En el mundillo de la música popular quienes no pisan el escenario suelen pasar desapercibidos, aunque sean esenciales en esa industria: productores, managers, empresarios, etc. Sin embargo pueden llegar a ser tanto o más importantes que algunas estrellas, y ese es el caso de personajes insospechados como don Ángel Fábregas, natural de Barcelona, de profesión librero. Tal vez muy pocos aficionados conozcan o recuerden su nombre, pero el rock progresivo español de los años 60/70 le debe mucho; hasta el extremo de que, de no ser por él, posiblemente unos cuantos músicos de ese estilo jamás hubieran llegado a grabar una sola pieza.
El señor Fábregas, aunque hizo de su afición literaria su profesión central, era también aficionado a la música, y a finales de los años 60 decidió crear una empresa discográfica aprovechando la cobertura logística de su editorial “Hogar Del Libro”. Así crea en 1967 “Discos Als 4 Vents” (más orientado al folk) y poco después “Diábolo”, la vertiente undergound, seguidos por otros sellos menores en los que grabaron cantautores sudamericanos e “incluso” madrileños. En cuanto a “Diábolo”, la razón por la que Fábregas se embarca en esa aventura es, partiendo de su afición, el hecho de que en Cataluña hay una clara fractura en la industria discográfica: los músicos de consumo masivo (Dúo Dinámico, Mustang, Sirex, etc) pertenecen a sellos grandes como EMI (cuya delegación española está en Barcelona) o Vergara, mientras que el folk o los cantautores suelen estar en Edigsa, que es la alternativa catalanista. Pero, como consecuencia de esa vocación “patriótica”, Edigsa tiene dos normas infranqueables: sus músicos han de cantar exclusivamente en catalán, y el rock no les interesa por ser una influencia extranjera (aunque se cantase en catalán). En consecuencia hay una tierra de nadie, que es el rock vanguardista, underground, progresivo o como se le quiera llamar; un rock en el que además la mayoría de sus músicos cantan en inglés.
Así que gracias a él ven la luz las primeras grabaciones de nombres míticos como el de Máquina!, Música Dispersa, Agua de Regaliz (luego Pan & Regaliz) y otros cuantos, a los que además incluso apoya económicamente, o les suministra equipo. Pero este hombre va más allá todavía, y a través de sus protegidos se entera de que en Andalucía -en Sevilla, sobre todo- hay una cantera de músicos que andan en una onda parecida a la suya, pero con influencias del folclore andaluz. Este asunto de la influencia folclórica es imposible en Cataluña, ya que no hay todavía un sustrato suficiente en su música popular como para conseguir una fusión (años después lo intentará la Companya Eléctrica Dharma, con buen resultado al menos en sus primeros tiempos). Y así es como llegan a su conocimiento personajes como Gualberto, que poco antes ha organizado un grupo llamado Smash, o Jesús De La Rosa, amigo de Gualberto y al frente de Nuevos Tiempos (germen de Triana, Alameda y otros cuantos grupos; precisamente de NT había salido Gualberto para crear un grupo más orientado hacia el rock progresivo; o sea, los Smash).
Fábregas se ilusiona con esta nueva ola sevillana y contrata a gran parte de esos músicos. En consecuencia, no es solamente el primero y principal animador del rock undergound catalán, sino también del andaluz: los dos primeros singles de Smash y los muy contados de otros cuatro o cinco grupos de aquella zona están en Diábolo. El grueso de estas grabaciones tuvo lugar entre 1969 y 1970, pero no todas fueron publicadas en su momento. Y de esa producción destaca un total de once piezas creadas por Gualberto, probablemente destinadas a lo que debería haber sido su primer disco grande en solitario, pero que finalmente quedaron inéditas. Ahí termina de momento la historia, ya que Smash ficha luego por Philips, Gualberto marchará por un tiempo a Estados Unidos y los demás músicos de aquellos pequeños grupos reaparecen más adelante –o no- en otros de mayor envergadura.
Inesperadamente, en 1978 se presenta un doble Lp bajo el sello Diábolo en el que resurgen unas cuantas piezas de aquellos músicos que ya eran conocidas; pero eso es en el primer disco, porque el segundo está ocupado por las grabaciones que había hecho Gualberto y que en su día no se publicaron. Ya se supone que no va a tener muchas ventas, porque la mayor parte de aquellos nombres son poco conocidos, pero al final resulta que entre los seguidores completistas de Triana y los nostálgicos del tremendo grupo que fueron Smash la edición se vende bastante bien. En cualquier caso lo más destacado aquí es la primera obra de Gualberto, que no desmerece en absoluto comparada con lo que hizo luego y que demuestra la enorme libertad creativa de la que ya hacía uso por entonces. Como curiosidad destaca la inclusión en estéreo de las dos piezas del primer y único single que había grabado en 1970 Gualberto junto a su entonces compañera Jessica, una muchacha estadounidense que compone la mayor parte de las letras y a quien los voluntariosos escribientes del listado de canciones bautizan con una inicial Y en vez de J (además de algunos otros errores ortográficos): el inglés no era lo suyo.
Y aquí termina la pequeña historia de este disco, que con el tiempo ha llegado a ser muy buscado: nació con esa vocación de coleccionismo que afirma su portada, y en eso se ha convertido. Por otra parte, la edición que se publicó en CD tiene algunos errores y fallos que aquí quedan corregidos. Así que a disfrutar...
https://mega.nz/file/uc8E3DxI#qhv98S12YnrEbzyDDL3KVSWs6sk9K12Nwr-9NN4q_P8
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarGracias a ti, Antonio.
EliminarGRAN historia ¡Muchas gracias, Rick! 👏👏
ResponderEliminarGracias, Concha. Grande no sé, pero curiosa sí que es. Esta industria da para unas cuantas historietas "subterráneas".
EliminarMuchas gracias
ResponderEliminarGracias a ti por venir..
EliminarEl amigo Fábregas y sus aventuras culturales, un verdadero y auténtico impulsor de las corrientes más alternativas de aquella inolvidable época.
ResponderEliminarDe todos es sabido el paralelismo que por entonces existía entre Barcelona y Sevilla, dos ciudades y dos escenas subterráneas que mostraban lo más original y atrevido. Sus propuestas comenzaron a homologarnos en cierta medida con similares corrientes europeas.
Grande Gualberto y grande Smash, los dos más conocidos. La música de ambos, escuchada a día de hoy, "he envejecido" muy decentemente.
Saludos,
Fábregas es casi un héroe. Por desgracia acabó prácticamente arruinado e incluso tuvo que cerrar su tienda de libros, pero en fin: por lo menos disfrutó mientras pudo.
EliminarY sí, en aquella época los dos polos de la música moderna eran Barcelona y Sevilla; de hecho siguieron siéndolo hasta el surgimiento de la nueva ola en Madrid, principalmente.
A mí tanto Gualberto como Smash me siguen pareciendo muy interesantes y no tan "viejos" como unas cuantas cosas que se publicaron por entonces e incluso después. Sigo pensando que a Smash no se les ha hecho justicia.
Saludos mil.
Smash, Gualberto y Green Piano, los vi en mis tiempos mozos en el salón Iris de Barcelona. Junto con Maquina y Pan y Regaliz eran avanzados a su epoca.
ResponderEliminarSalud
Suerte que has tenido, Mariano. Sobre Smash y Gualberto no hace falta volver a las alabanzas, pero esos otros grupillos que surgieron por entonces, que solo grabaron en su mayoría un single o dos, son en muchos casos el origen para otros más grandes (aunque en concreto Green Piano creo que no pasaron de ahí, porque la mayoría de sus miembros tenían otros trabajos).
EliminarSaludos mil
Hola Rick.
ResponderEliminarCreo que ya habíamos hablado de que este disco lo tuve en sus tiempos, pero que me voló, como otros muchos.
En aquellos años, los jóvenes roqueros andábamos alucinados con todo lo nuevo, como el progrersivo, el rock andaluz y cosas por el estilo.
Lo he vuelto a escuchar atentamente, y bueno... es el testimonio de una época, mezcla de buenos momentos con otros insufribles, pero es de agradecer el esfuerzo de los músicos por intentar ir mas allá.
Al hilo de lo que dice Javier de que la música envejece, o bien o mal, creo que no es exacto, la música siempre es igual, somos nosotros los que envejecemos, y evidentemente o bien o mal.
Saludotes
Jose
Hola, José.
EliminarEs verdad que el tiempo pasa y a veces nos cambia la perspectiva; pero yo creo que un grupo como Smash, por ejemplo, está incluso por encima de la mayoría de los catalanes, si no todos. Sigo pensando que es el gran grupo español olvidado de esa época.
Envejecemos, sí. Y claro, nos cambia la perspectiva. Ese cambio es el que hace de filtro entre las músicas que hemos escuchado: si hay unas cuantas que ya nos dan igual, seguro que hay otras que no. Y vuelvo con Smash: a mí la mayoría de su obra me sigue atrayendo, aunque a veces se pasaban de vueltas.
Saludos mil.
Una joyita !!! Muchas gracias.
ResponderEliminarSí, eso creo yo también. Sobre todo por las grabaciones de Gualberto, que hasta ese momento no eran conocidas.
EliminarGracias por venir.
Buena idea, Rick. En mi opinión Smash es uno de los mejores grupos que de música en España. También tuve la suerte de verlos en Madrid. Gualberto es otro de los grandes. Un sampler a reivindicar. Se agradece la entrada.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Bab. Creo que los de nuestra quinta estamos generalmente de acuerdo en Smash. Son de lo mejorcito de aquella época, para mí incluso mejores que cualquiera de los grupos catalanes, pero aquella voluntad de caos que tenían obraba en su contra. Y estas grabaciones de Gualberto hacen juego perfectamente con su primer disco oficial, por ejemplo.
EliminarSaludos mil.
Interesantes las peripecias de Fábregas, e interesante la historia que lleva a este disco. Se aprecia la erudición que muestras al conocer tantos entresijos, y también se nota tu vena coleccionista.
ResponderEliminarVaya la verdad por delante: te leí el otro día, pero no he podido escuchar aún el disco completo en condiciones, salvo la parte de Gualberto que me dejaste en el blog, y que ya disfruté varias veces, así que tengo tarea pendiente, pero no quería postergar comentarte por el buen trabajo que haces (y hacéis) aquí.
Lo curioso en este tipo de historias es lo olvidados que están sus protagonistas en comparación con su importancia. Ah, y no soy coleccionista: para eso hay que tener mucho dinero y una discutible escala de preferencias. Tengo algunas cosillas sueltas, pero solo de grupos o músicos que realmente me interesan mucho.
EliminarGracias por las alabanzas, pero si hacemos esto es porque somos jubiletas y nos aburrimos. Aunque tenemos cobertura "ideológica": ya sabes, aquella frase del replicante en "Blade runner".
Saludos mil.