miércoles, 18 de junio de 2025

V.A. Sicodelia, Casette Audiciones Interferencias, Jose Luis Sicodelias 22-5-1986

 


Pues continuamos con estas revisiones de estas casettees, que grababan diferentes personas en las semanales audiciones en el ya legendario "Interferencias" de Zaragoza, hace ya casi cuarenta años, dedicadas a todos los estilos habidos y por haber, y que poco a poco me he dedicado a restaurar las de los estilos que mas me gustan.
Debo de decir que estas cintas, que acabé abrasándolas de tanto escucharlas, fueron las que definitivamente me hicieron un adicto a los sonidos sicodélicos.
Ya anteriormente publiqué el "British Psychedelic Trip" y otra igualmente titulada "Sicodelia", aunque realizada por "Javi Inter".
La de hoy está a cargo de "Jose Luis Sicodelias", por lo que encontraremos algunas canciones repetidas, e incluye temas desde los años sesenta hasta mediados de los ochenta, en pleno auge de la "Nueva Sicodelia".
Desde liego la lista de canciones es simplemen6te apabullante, empezando por el "Try A Little Sunshine" de los "Factory", posiblemente la mejor canción sicodélica de todos los tiempos, al menos para mi. Seguido del "Astronomy Domine", ¡Vaya arranque!.
Luego se van combinando los grandes clásicos sesenteros como el "96 Tears", "reputation", "All Tomorrow Parties" o "Light My Fire" entre otras muchas. Y otras no menos clásicas de los años ochenta ya, como "49 Cigars" o "With The Dreams Of Today" o "Alexander", de los franceses "Vietnam Veterans", que además son los únicos que tienen dos canciones incluidas en esta recopìlación, y de los cuales por cierto, presenté sus discos aquí hace bastante tiempo, y que creo son imprescindibles.
En fin, creo una muy interesante y amena selección, que combina las dos épocas doradas de la sicodelia y que seguro no os cansais de escuchar.
Bueno, os dejo ya con el track list:

A01 - The Factory - Try A Little Sunshine (1969)  
A02 - Pink Floyd - Astronomy Domine (1967)  
A03 - C.A. Quintet - Blow To My Soul (1967)  
A04 - Mood Six - Hanging Around (1982)  
A05 - Future Daze - The Marriage (1982)  
A05 - The Teardrop Explodes - Sleeping Gas (1979)  
A06 - Vietnams Veterans - Don't Try To Walk On Me (1983)  
A07 - Shy Limbs - Reputation (1969)  
A08 - Remayns - Going All The Way (1985)  
A09 - Cocteau Twins - Wax And Wane (1982)  
A11 - Residents - Semolina (1978)  
A12 - Blue Orchids - Work (1981)  
A13 - Hunger - Workshop (1969)  
A14 - Doors - Light My Fire (1967)  

B01 - The Crazy World Of Arthur Brown - Fire! (1968)  
B02 - Question Mark & The Mysterians - 96 Tears (1966)  
B03 - The Fuzztones - Living Sickness (1985)  
B04 - Moonsoon - Tomorrow Never Knows (1982)  
B05 - True West - Steps To The Door (1983)  
B06 - The High Tide - Dancing In My Mind (1982)  
B07 - Vietnam Veterans - With The Dreams Of Today (1983)  
B08 - Love - The Red Telephone (1967) 
B09 - David Mcwilliams - The Days Of Pearly Spencer (1971)   
B10 - Roger Mcguinn - Ballad Of Easy Rider (1969)  
B11 - Velvet Underground - All Tomorrow Parties (1967)  
B12 - Plasticland - Alexander (1984)  
B13 - Nick Nicely - 49 Cigars (1982)  
B14 - The Jimi Hendrix Experience - If Six Was Nine (1969)  
B15 - Vamp - Floatin' (1968) 

Las tres canciones de muestra, a cual mejor. 

The Factory - Try A Little Sunshine (1969)
Plasticland - Alexander (1984)  
Nick Nicely - 49 Cigars (1982) 

Pues nada mas, disfrutad de esta espléndida colección de sicodelia, de las mejores que he escuchado en mi vida.
Hasta pronto, que ya advierto que vienen unos platos fuertes.

domingo, 15 de junio de 2025

GRUPOS DE CULTO DE LOS AÑOS 60 (4/25): LOS NIVRAM

 

Si tuviera que elegir entre las tres mejores bandas de los años 60 españolas, sin duda estarían Los Nivram. Y si tuviera que hacer lo mismo con las canciones, sin duda, estaría su "Un amor sin igual".

Un garage de categoría

Los conjuntos de rock instrumental anidaron más en Madrid y Valencia que en Cataluña. Allí fueron muchos los que dieron sus primeros pasos bajo esta modalidad para cambiar enseguida a los temas vocales, mientras que en la capital perduraron las bandas instrumentales hasta bien entrada la década de los 60. Los hermanos Mauri Caprinell, hijos de músicos profesionales, fundaron en Granollers en 1963 Los Nivram porque querían hacer música como The Shadows. De hecho, el nombre del grupo procede de un tema de este grupo británico que a su vez lo tituló así leyendo del revés el apellido de su líder Hank B. Marvin. Precisamente el tema “Nivram” estaba escrito para el lucimiento del bajo, que tiene un largo solo. Pero volviendo a nuestra historia, a Jordi Mauri (voz, saxo, guitarra rítmica), Francesc Mauri (bajo) y Josep Mauri (batería) se unirá Josep –David- Sala (guitarra de punteo).

Al principio pasaron por allí otros músicos de manera fugaz, llegando en algún momento a ser un sexteto. Su debut se produce en el Centri-Club de su localidad, de donde pasan al Casino Astoria. Allí alternan con lo mejor del rock catalán: Los Sirex, Lone Star, Tony Ronald, Los Salvajes, etc. La influencia del beat británico y de las primeras bandas de rhythm and blues pesaba mucho más que su vieja querencia por The Shadows y Los Nivram pronto aprenden a cantar y van alejándose de sus pretensiones instrumentales. Su gran oportunidad les va a llegar casi sin salir de casa.

En mayo de 1964, justo cuando cumplían un año de actividad, se proclaman vencedores del Concurso de Ritmos Modernos, organizado por el Casino de Granollers y que el año anterior había servido de trampolín a Los Mustang. Les salen contratos para la sala Drac, en Cerdanyola y La Tortuga, en Mataró. Aquel verano actúan por la Costa Brava, sobre todo en Calella y alrededores. De vuelta a Granollers, revalidan su triunfo en el Concurso de Ritmos Modernos en 1965. A raíz de este triunfo les llega la oportunidad de grabar su primer EP: “Falsa Ilusión / Mi Nuevo Amor / Un Amor sin Igual / Tema de Peter Gunn” (Regal, 1964): Es decir, tres canciones propias compuestas por Jordi y un único tema instrumental compuesto por Henry Mancini. Los Nivram lucían cabelleras importantes para su tiempo y su entorno y eso les llevó a ser criticados y vetados en algunas salas, sin llegar al jaleo mediático que Los Cheyenes montaron con sus pelos.

La banda sonaba cada vez mejor con un sonido garajero comparable al de Los Salvajes, pero siempre trabajando con canciones propias, algo inusitado en un tiempo en que imperaban los covers de grupos extranjeros. Editan un segundo EP realmente impactante: “Mi Estrella” (Regal, 1966). Un disco muy completo y sin desperdicio que desgraciadamente no pasó de unas modestas ventas locales y comarcales. Aquel 1966 tres de sus componentes son llamados a filas.

Se las ingenian para coincidir en las Baleares, donde mantienen el conjunto como pueden. Y pueden bien, pues entre septiembre de 1966 y octubre de 1967 actúan con cierta asiduidad en la discoteca Tolsted, de Palma de Mallorca. Uno de los locales más modernos de la isla, cuyo propietario, Mike, era el manager de Jimi Hendrix, entre otros destacados artistas.

En octubre de 1967, Josep Sala se marcha a vivir a Finlandia con una joven turista finesa que acababa de conocer aquel verano y es que entre la mili y las turistas, no había conjunto que aguantara. En esos últimos meses de 1967 entra en su sustitución Vicent Caldentey, de Los Z-66. Tras terminar por fin con las obligaciones patrióticas se establecen por unos meses en Madrid. En 1968 los tres hermanos rehacen el grupo y cambian el nombre por el de Mauri Set, actuando por Mallorca, pero sin realizar ya nuevas grabaciones discográficas. En 1969 dan una serie de actuaciones y bailes en el lugar que les había visto nacer: El Centri-Club de Granollers. Su última actuación tiene lugar en Cardedeu en febrero de 1970. Unos meses después fallece Francesc Mauri y sus hermanos deciden finalizar sus actividades musicales y regresar a su tierra.

Calidad y modernidad sorprendente la de estos Nivram, una de las menos conocidas y mejores bandas garageras de nuestra historia, que los buenos aficionados han sabido apreciar, cotizando sus discos y desenterrando su recuerdo. (La Fonoteca).

Buen domingo. 


 

domingo, 8 de junio de 2025

GRUPOS DE CULTO DE LOS AÑOS 60 (3/25): LOS POLARES

 

Garage con cadencia soul y rhythm and blues

En los 60 tuvo lugar el desarrollo del garage y el beat. En España poco a poco comienzan a surgir formaciones, y algunas como Los Salvajes o Los Huracanes alcanzan un importante reconocimiento. Una de esas bandas pioneras del garage en nuestro país fueron los barceloneses Los Polares.

Su carrera comienza a finales del 64 en Masnou (Barcelona) y pronto se convierten en los sustitutos provisionales de Los Salvajes. Entran en el circuito de conciertos germano e incluso llegan a grabar dos singles en Alemania –“Disc Polares Show Band” y “Folk Beat”- que hoy por hoy son inencontrables. Al contrario que otras bandas de la época que a su vuelta de los circuitos de conciertos extranjeros alcanzaron el reconocimiento en nuestro país –Los Tamara, Los Salvajes, Los Bravos-, Los Polares, a pesar de su indudable calidad, no corrieron la mejor de las suertes. Llegan a España en el 66 y asentados en Masnou graban el que sería su único EP español, “¡Qué Chica Tan Formal!” (Sonoplay, 1966).

Los Polares demuestran en estas cuatro canciones ser profundamente conocedores del garage inglés con cadencia rhythm and blues y siguen una tónica por otro lado bastante común en la época que es la adaptación del cancionero ajeno. Se atreven con el “California dreamin’” de The Mamas & The Papas, el “L.S.D.” -“La droga”- de The Pretty Things y el “Respectable” -“¡Qué chica tan formal!”- de The Isley Brothers. Si nos dejamos llevar por el texto de la contraportada del disco -“serán, muy pronto, ídolos para toda la juventud española, como hoy lo son para la catalana”-, vemos que su discográfica tenía muchas esperanzas puestas en ellos. Pero desgraciadamente, aunque llegan a copar algunas portadas, sobre todo las de la revista Fans de la editorial Bruguera, su impacto a nivel nacional sería mínimo.

Comienzan el 67 en el San Carlos Club -local habitual de Los Sirex– participando en prácticamente todos los eventos roqueros de la Ciudad Condal, como el Festival Europa’67 con Los Salvajes, Lone Star, Alex y Los Findes, Los Sirex… Sin embargo, un año después la banda desaparece de la escena poniendo fin a una corta pero intensa carrera.

Alberto López (batería) se integra en primera instancia en la banda de acompañamiento de Tony Ronald y luego en la de Georgie Dann para después pasar por múltiples formaciones como Santabárbara.

Buen domingo. 


domingo, 1 de junio de 2025

GRUPOS DE CULTO DE LOS AÑOS 60 (2/25): LOS CHEYENES


 

A finales de 1964 el mundillo musical español vivía aquejado de brincosis, enfermedad consistente en el desesperado intento de las casas discográficas por imitar el éxito obtenido por Los Brincos con su primer hit, «Flamenco«. En ese contexto, un ojeador de la RCA se fija en cuatro jóvenes barceloneses llamados Los Cheyenes, que previamente habían sido rechazados por los sellos Belter y Vergara. Se firma el preceptivo contrato y la casa discográfica impone como tema principal del primer EP el tema «Válgame la Macarena«, música seudoandaluza de aires copleros compuesta por un compositor de la casa y que imitaba la citada canción de Los Brincos. El disco se introdujo en los primeros puestos de las listas de popularidad y ventas y, a la postre, fue el disco más importante de la historia del conjunto. Los componentes del grupo eran los hermanos Roberto Vercher (cantante y guitarra solista) y Joselín Vercher (bajo y coros), su vecino José María Garcés (guitarra rítmica y coros) y Ramón Colom (batería). Sus edades oscilaban entre los quince y los diecinueve años.

Sin embargo, Los Cheyenes no tenían nada que ver con el estilo Brincos. Lo suyo era el rhythm & blues sin concesiones. Guitarras cortantes y sucias tipo The Kinks, voces agudas, gritos desabridos, ritmos acelerados hasta límites de taquicardia y, en general, todos los condimentos de los que hoy se conoce como música garajera. Pero si por algo Los Cheyenes han pasado a la historia es por lucir los pelos más largos de la época y este asunto de la longitud del cabello no era un tema menor, ya que significaba ser los más rompedores, los más opuestos a los dictados del nacional catolicismo imperante y, por tanto, los más peligrosos.

Durante la campaña de promoción de su primer disco, fueron contratados para actuar en televisión (en la única que había entonces) y el cura censor les instó a cortarse o recogerse el pelo. Ellos se negaron y no salieron por la tele ni ese día ni ningún otro. Sin embargo, su mánager, Pedro Heredia, supo mover el asunto y lo convirtió en una controversia nacional con simulacro de corte de pelo en los estudios de Radio Madrid ante la histeria de más de ochocientas fans que cortaron la circulación de la Gran Vía. Estos incidentes, su gran equipo de amplificación que hizo saltar cristaleras e instalaciones eléctricas, sus problemas con alcaldes y concejales franquistas por sus indómitas melenas hicieron de Los Cheyenes uno de los grupos más famosos de la época aunque sus ventas no coincidieran con su popularidad.

Su segundo EP, encabezado por «Conoces el final«, composición de Roberto y José María, nos muestra ya un conjunto en la onda de The Animals. Con este disco las ventas descendieron, pero aún mantuvieron al grupo en candelero. Los discos posteriores pasaron inadvertidos, muy perjudicados por la precariedad con que se grabaron, sin productor y en estudios alquilados por unas horas.

A principios de 1966, Roberto Vercher es reclamado por la patria para cumplir con sus obligaciones militares y de nuevo la maldita mili descabeza otro grupo. Es sustituido por José Luis Moro (guitarra solista) y Michel (cantante). Con esta formación graban su último single: «Borrachera / Siguiendo al Sol» (RCA, 1967), un disco muy pobre donde el grupo evidencia que sus mejores momentos ya han pasado. Poco después Ramón y José María abandonan el grupo. Roberto regresa para rehacer el grupo y siguen actuando por la zona de la Costa Brava hasta 1968 en que se deshacen definitivamente.

Sólo Jesulín Vercher, el benjamín del grupo, continuó en la música y, tras pasar por varios grupos, fundó a finales de los 70 con los músicos de su barrio de siempre La Salseta del Poble Sec.

Los Cheyenes fueron los más bronquistas, los más transgresores, los más sucios, los más rebeldes, los más provocadores, los más indomables de su época… y nadie fue capaz de cortar sus cabelleras. Hoy son recordados más por su oposición frontal a las normas de una época marcada por la represión que por su música (La Fonoteca).

Os dejo con su discografía completa. Buen Domingo.