sábado, 21 de enero de 2023

Vertigo Annual 1970 (sampler Vertigo/Phonogram)

Phonogram es otra de las grandes marcas discográficas que estaba quedando fuera de juego a finales de los años 60, cuando comienza la época underground y progresiva. Al igual que en EMI o Decca, sus directivos ven con envidia el ascenso estelar de la independiente Island, y en consecuencia deciden que hay que hacer algo para recuperar protagonismo. El caso es que ya la propia Phonogram no es exactamente un sello estándar, sino una asociación de la holandesa Philips (que lo había creado en los años 50) con la alemana Siemens (propietaria de Deutsche Gramophon) a principios de los años 60 para distribuir sellos pequeños y crear algún subsello propio. Hasta ese momento lo más novedoso de su catálogo se publicaba a través de Fontana, pero, al igual que Parlophone en EMI, comenzaba a ser percibida como una marca “viejuna” por el sector más vanguardista de la clientela. 

Y aquí entra en escena Olav Wyper, un ejecutivo discográfico que había comenzado su carrera en el departamento de publicidad de EMI y luego fichó por la CBS: es él quien recrea el concepto sampler en la Isla publicando en 1968 “The rock machine turns you on”, el primero de ese sello (que ya pasó por aquí). Poco después Philips se interesa por él, lo recluta como mánager general y este presenta a mediados de 1969 Vertigo, con la intención de ser la gran alternativa a Harvest en el mundo del rock progresivo. La competencia incluye además el aspecto estético: si Harvest destaca por sus imaginativos diseños de portada, en su mayoría creados por el grupo artístico Hipgnosis (que habían debutado el año anterior con el segundo disco de Pink Floyd, todavía en Columbia), Vertigo tendrá como principal recurso al fotógrafo Marcus Keef, con su paleta de colores imposibles. Lo curioso es que hay algunas portadas en las que, a primera vista, resulta difícil distinguir si son de Hipgnosis o de Keef. También se cuida el diseño del sello, que en Harvest es una H “psicodélica” y en Vertigo un remolino en blanco y negro. Ambos dibujos son hoy garantía de que un disco de esa época valdrá dinero en el mercado del coleccionismo. 

En lo puramente musical, creo que Vertigo le ganó la partida a Harvest. Estos últimos pueden presumir de las ganancias que les dio Pink Floyd, pero poco más: en Vertigo comenzaron Black Sabbath o Uriah Heep, por citar solo dos (bueno, y Dire Straits años después, claro). Pero además Vertigo consiguió reunir a las dos mejores bandas británicas de jazz rock de la época: Nucleus, que con el trompetista Ian Carr al frente destacaban en todos los festivales del ramo, y Colosseum, que ya habían debutado con un primer disco en Fontana. Por otra parte, también Manfred Mann estaba desarrollando un estilo cercano en esa época bajo el epígrafe “Chapter Three”, mientras que otros músicos como el multinstrumentista Bob Downes se dedicaba a hacer fusiones y estilo libre con su flauta, aunque a la larga su carrera será más recordada en el continente que en la Isla. La psicodelia en cambio es un estilo que ya no tendrá mucho recorrido, y Fairfield Parlour son el mejor ejemplo: se trata del nuevo nombre que adoptan los adorados pero minoritarios Kaleidoscope. Sus dos discos anteriores, de maravillosa psicodelia pop, se habían publicado en Fontana con pobre resultado comercial, y ahora lo intentaban de nuevo con una ligera actualización de su estilo; por desgracia, tampoco les sirvió de mucho. Y Dr. Strangely Strange, que ya venían rebotados de Island, llegan a Vertigo para publicar aquí su segundo y último disco. 

Pero volviendo a la popularidad, y además de los Sabbath y los Heep, hay que recordar que Rod Stewart será también una de las grandes bazas en los primeros tiempos de Vertigo, aunque luego pasará a Mercury (también subsidiaria de Phonogram): entre un sello y otro se encuentran los mejores discos de su carrera. Con el tirón de esos tres nombres más unas ventas decentes en el sector del jazz rock, Vertigo podía permitirse el lujo de grabar también algunas ofertas exquisitas pero minoritarias como los progresivos melódicos Cressida: sus dos discos son deliciosos. También lo son los otros dos de Gracious (aunque en el segundo pasaron de Vertigo a una serie barata de Philips), que alternaban el progresivo sinfónico con piezas más convencionales. Y otra de las joyas de la corona Vertigo para los coleccionistas y aficionados con buen gusto es el primero y único que grabaron Affinity, también progresivos y a medio camino entre el r’n’b y los tonos jazzy. Estas son tres de las apuestas que no funcionaron a gran escala, pero que demostraban la valentía del sello. A cambio un grupo también progresivo (al menos teóricamente) como Magna Carta, sin ser para grandes públicos, tendrá una carrera muy larga y bastante decente porque su esencia era el folk y el dominio de la melodía. Y el folk, si tienes un carácter propio medianamente atractivo, suele funcionar. 

También suele funcionar el hard rock, aunque llegó a haber en la Isla una gran masificación de grupos parecidos. Como consecuencia muchos pasaron casi de puntillas: May Blitz, una asociación de antiguos miembros de Bakerloo (grupo de jazz blues rock de corto recorrido) con otros dos músicos canadienses, tenían bastante categoría pero poca brillantez, y desaparecieron tras dos buenos discos en Vertigo que ahora son fetiche para los coleccionistas. Algo parecido sucede con Juicy Lucy, más cercanos al blues rock convencional: estos llegaron a grabar cuatro, aunque solo los dos primeros están en Vertigo. Con el paso del tiempo se va viendo que el metal y el heavy se están quedando con casi toda la clientela, pero en los primeros años 70 hubo una variedad enorme. Y he dejado para el final a Jimmy Campbell, un personaje minoritario pero fascinante. Cualquier aficionado al freakbeat psicodélico británico recordará a los Kirkbys, el grupo de Liverpool que luego se convirtió en 23rd Turnoff con ligeros cambios de plantilla; bien, pues Campbell era el líder y compositor principal de esos grupos. Luego, cuando esa época pasó, reaparece como cantautor y graba en 1969 “Son of Anastasia” en Fontana: las ventas son pobres pero la prensa musical lo bautiza como “el Bob Dylan del Merseyside”, nada menos. Y su siguiente disco, “Half baked”, ya está en Vertigo. Por desgracia, los primeros 70 fueron tan rockeros como poco amantes de la delicadeza, y Campbell no pasó de un tercer disco, aunque ese ya fue en Philips. Una lástima. 

Vertigo publica en 1970 su primer sampler, que es este. Todavía habrá algunos más; pero por lo general los primeros suelen ser los mejores o al menos los más representativos, y el listado que nos ofrece este sello en sus primeros tiempos es deslumbrante. Así que a disfrutarlo…


5 comentarios:

  1. https://mega.nz/file/zdFEBQbL#tw26qoPSBYPUuTlWAhnY4qAjg6qwX5ZQBkCSHCfIS1I

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  2. Hola Rick.
    Pues me acabo de meter entre pecho y espalda este sampler, que por cierto no conocía y lo encuentro muy variado, quizás por el año, en el que se estaba experimentado mucho buscando nuevos sonidos, y de ahí la gran variedad que hay en este disco.
    Mi favorita la de Fairfield Parlour, aunque no pegue ni con cola, y luego tirando de clásicos los Heep y los Sabbath, aunque los Juicy Lucy siempre me han gustado bastante.
    Ah, recuerdo los lps de Vertigo, que con su dibujo, si te quedabas mirándolo mucho rato te quedabas apollardao.
    Interesante serie, que no creía diera tanto de sí.
    Espero el próximo.
    Saludotes
    Jose

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  3. Muy buenas, don José.

    En los primeros años 70 la variedad era muy grande, y tanto Vertigo como Island o Harvest (por citar solo las tres más grandes) tenían donde escoger. Así, aunque la norma general era el "progresivo", ese concepto era tan amplio que daba para todo.

    Y al final también los clientes acabábamos por entrar en todo tipo de sonidos: tú mismo te retratas, siendo fan de los Heep o los Sabbath pero prefiriendo aquí a los Parlour. Qu no tienen nada que ver, pero también su mundo era muy atractivo (supongo que eras fan de Kaleidoscope, claro).

    Y en cuanto a la serie, de momento aún le queda cuerda. Ya iremos viendo...

    Saludos mil.

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  4. Vertigo ha sido uno de mis sellos clásicos favoritos, quizás no a la altura de Harvest /Island pero, conforme te vas introduciendo en la música underground de los 70, Vertigo se convierte en un sello de obligada referencia.
    Has mencionado a un buen número de bandas de las que soy fan, desde los Heep hasta Black Sabbath, Nucleus, Colosseum, Fairfield Parlour, Dr.Strangely Strange, Cressida, Magna Carta (les vi en un concierto a mitad de la década), May Blitz... No sabía nada de Gracious ni de Jimmy Campbell, agradecido.
    Gran recopliación....A suivre!!
    Saludos,

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    Respuestas
    1. Hola, Javier.

      Creo que como mínimo los de nuestra quinta teníamos nuestra Santísima Trinidad particular: Island, Harvest y Vertigo, en efecto. Island estaba por encima de los otros dos, y luego entre esos dos la cosa ya va a gustos. Yo creo que Vertigo tenía más fondo que Harvest, por lo que decía arriba: al margen de Pink Floyd el resto eran minoritarios, mientras que en Vertigo había de todo.

      Qué tiempos aquellos...

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