domingo, 2 de julio de 2023

25 TOP SPANISH YEYE GIRLS (9/25): LUISITA TENOR

Luisa Solivella y Tenor (Zaragoza, 23 de noviembre de 1941 - Barcelona, 7 de septiembre de 2020), conocida artísticamente como Luisita Tenor, cantó desde muy joven. De hecho, desde que era una niña pequeña, El ambiente ayudaba: venía de casa de artistas, cantantes y trabajadores de escenario. Nació en 1941 en Zaragoza, donde estaban trabajando sus padres. Su padre era valenciano. Su madre, catalana. Ambos habían conocido el ambiente del Paralelo de antes de la Guerra Civil. Y todavía su tía por parte de madre era Josita Tenor, que cantaba y tocaba la guitarra con el popularísimo Bonet de San Pedro y su grupo Los Siete de Palma. Josita también viajaba mucho, pero cosas de la época, al casarse dejó la orquesta y el canto. En los años cuarenta, Luisa pasó su infancia en Valencia, viviendo con su abuela materna mientras sus padres estaban de gira. A pesar de no tener estudios musicales, su afinación natural, su sentido del ritmo y sobre todo la simpatía y su afición vocacional por cantar -las monjas de la escuela no paraban de regañarla- hicieron que pronto despuntara en los ambientes artísticos de la ciudad. Los padres no querían que cantara, porque conocían las dificultades y penurias del oficio. Pero la vocación pudo más. Al cabo de los años, Luisita Tenor se casaría con otro cantante, Francisco Heredero, y tendrían un hijo que también probaría la carrera musical. A finales de los años cincuenta, Tenor coincidió con el legendario director y violinista Bernard Hilda, concretamente en la sala Rendez-vous del hotel Castellana Hilton. Hilda le asesoró en materia de vestuario. Hacia la misma época, Luis Mariano intentó convencerla para llevársela a hacer carrera en París, tras escucharla en la falla Las cuevas del mercado de Valencia. Incluso había pensado un nombre más adecuado para el mercado francés: Luisita Soleil. Pero los padres de la joven dijeron que en modo alguno. París estaba muy lejos y era otra época. Otra personalidad que vio el potencial de aquella jovencita fue Dodó Escolà, con quien coincidió en La Masia de Esplugues. También Mary Santpere, Antonio Machín... y Manolo Escobar, que no dudó en contratarla para realizar largas giras por todo el Estado Español, aunque sus estilos eran radicalmente diferentes. Otro nombre propio de la música popular en Barcelona, el de la familia Algueró, fue decisivo en el inicio de la carrera discográfica de Luisita Tenor. Mientras cantaba en el teatro Victoria, Tenor pensó en interpretar la exitosa "La casita en Canadá". Averiguó que la editora que tenía sus derechos era Canciones del Mundo, la empresa de los Algueró. Fue a sus oficinas y allí mismo, al ver la calidad interpretativa de aquellas artistas, Algueró hijo la acompañó al piano, mientras su padre le proponía grabar de inmediato. Así es como empezó a grabar para el sello Vergara, en una época en la que grabar en un estudio representaba mucha responsabilidad y tensión. De esas sesiones en el Orfeó Gracienc, donde los cantantes debían grabar sin poder moverse porque el suelo de madera hacía ruido al más mínimo movimiento, salieron las canciones más exitosas del artista. Discos que, escuchados hoy, sostienen más que bien el paso del tiempo. Devota de Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan, Luisita Tenor también hizo trabajos de subsistencia en la industria de la publicidad. Aprendía rápido las melodías, por lo que su voz se hizo frecuente en muchos anuncios (de Avecrem a Coca-Cola), grabados con Manolo Terán, de Radio Barcelona, o con los poderosos Algueró. A sus 27 años, aún con más futuro que pasado artístico, Luisita Tenor se retiró. ¿Qué hubiera pasado si no se hubiera retirado tan joven y hubiera podido grabar en épocas de más medios y recursos? Esto nunca lo podremos saber. Nos quedan, por suerte, un puñado de grandes interpretaciones.
Os dejo con cinco discos suyos de su larga carrera (1958-1968). Buen Domingo.

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