martes, 19 de diciembre de 2023

BILLIE HOLIDAY. "LADY SINGS THE BLUES" (1956)

 


Llevo unos días repasando parte de la discografía de Lady Day porque en estas fechas tiendo a sentirme algo melancólico y necesito escuchar su voz.  Observo el retrato de Billie Holiday en la portada de este "Lady Sings The Blues"  (Jazz Wax Rcds, RE 2011) y decido posarme en la terraza de su labio inferior, un espacio lo suficientemente amplio como para asentar mis cortas patas allí y golpear con mi pico de  chorlito su boca. Pretendo que Billie la abra, aunque solo sea ligeramente. No busco colocarme con su habitual hálito de brandy, intento tan solo encontrar su noche de blues y contarles algo a Vds., aunque no se muy bien qué, esto está muy oscuro.

Así que atuso las plumas, conecto la linterna y comienzo a deslizarme por la lengua de Billie hasta toparme con unas amígdalas que muestran ya signos de infección crónica. Mi objetivo es utilizar sus glándulas salivales para llegar hasta la mitad del esófago y una vez allí (confiando que las tropas de Netanyahu me den paso libre, estos tíos lo ocupan todo), entrar en el territorio del sístole y diástole de la artista norteamericana. 

El disco se estructura en dos sesiones distintas de grabación. La más extensa comprende ocho temas ("Travelin, Light", "I Must Have That Man!", "Some Other Spring", "Lady Sings The Blues", "Strange Fruit", "God Bless The Child", "Good Morning, Heartache" y "No Good Man") y fue realizada en Nueva York los días 6 y 7 de Junio de 1956. La otra sesión tuvo lugar en Los Ángeles el 3 de Septiembre de 1954 y recoge 4 temas ("Love Me Or Leave Me", "Too Marvellous For Words", "Willow Weep For Me" y "I Thought About You"). Completa el disco un bonus-track, "P.S.I Love You", grabado en esta segunda sesión y no incluído en la versión original.

La obra fluye con un exquisito aroma de blues clásico. A pesar de su tesitura limitada (tan solo una octava) Billie ha sido capaz de desarrollar en su voz un swing rítmico impresionante. La dolorosa experiencia de una vida plagada de desdichas y, sobre todo, las secuelas de su prolongada adicción a las drogas y el alcohol parecían pasarle factura en la mitad de la década de los 50. Lejos de ello, la misma Billie consideraba esas grabaciones como un gran paso adelante en su carrera. Se enfrentaba, de esa manera, a muchos seguidores reacios entonces a reconocer su indiscutible valor como artista contemporánea. Su innato arte para trasladar al oyente sus emociones más íntimas no había perdido ni un solo ápice.

En todas y cada una de sus interpretaciones Billie actúa como una pastora. Lleva los temas hacia su aprisco para dejarlas allí discurrir a su antojo. "Si encuentras una canción y te conmueve, no tienes que porque manipularla, simplemente la sientes mientras la cantas y haces que otra gente sienta lo mismo", esto es lo que comenta Billie en el breve texto que acompaña al disco. Destacar algún tema sobre otro consistiría una flagrante injusticia aunque, he de reconocer, siento especial debilidad por las siguientes: "Lady Sings The Blues" (..." the blues ain´t nothin´like a pain in your heart...") el paradigma de la grabación, "Strange Fruit" (un tema sobrecogedor, me imagino el gesto de la boca de Billie comparable a las de los protagonistas del Gernica de Picasso), "God Bless The Child" (recuerdo ahora la magnífica versión que Blood Sweat & Tears hicieron en su primer Lp ,Columbia Rcds, 1968), "No Good Man", de ambiente humeante, el pegadizo "Love Me Or Leave Me", muy Count Basie y "Too Marvelous For Words", línea directa con Louis Amrstrong.

El elenco de músicos participantes en ambas sesiones otorga al disco una atmósfera de pequeño y selecto club urbano. El piano de Wynton Kelly (pianista titular en el "Kind Of Blue" de Miles Davis) sosiega los tempos, los vientos de Charlie Shavers y Harry "Sweets" Edison impulsan las melodías, los contrabajos de Aaron Bell y Red Callender controlan el sístole, las baterías de Lennie McBrowne y Chico Hamilton hace lo propio con la diástole.

Una vez concluida su labor, el chorlito confía en un rápido eructo de Billie para acceder de nuevo al exterior. Mientras eso ocurre observa una luz brillando a la altura del páncreas. Seducido por la curiosidad se traslada al lugar de los hechos. Allí encuentra este impresionante documento fílmico que me ruega comparta con todos Vds.



 

19 comentarios:

  1. https://mega.nz/file/eIUmRDAB#5_Nie5za18kFDsJpA7H8CeFl8-fqH-Qg0i4sCgLVhBs

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    1. Ya lo creo, en bruto o pulido, este disco es una auténtica joya.
      Gracias y saludos,

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  3. Para los interesados. El vídeo adjunto contiene grabación de la CBS en Nueva York en 1957- Los músicos participantes son, por orden de aparición, los siguientes: Ben Webster (ts), Lester Young (ts), Vic Dickenson (tromb), Gerry Mulligan (bs), Coleman Hawkins (ts), Roy Eldridge (tp), Doc Cheatham (tp), Danny Parker (gt), Milt Hinton (db), Mal Waldrom (p) y Osie Johnson (d)

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  4. Un disco bellísimo, totalmente de acuerdo contigo. Hago hincapié en "el elenco de músicos participantes", me parece que arropa de manera sobresaliente a Holiday. Y "Strange Fruit" es —exactamente— "un tema sobrecogedor".

    Un abrazo, Javier.

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    1. Si, los músicos acompañantes son de lo mejor de la huerta, dejan su poso durante toda la grabación. Y "Strange Fruit" se ha considerado, además de un himno del Movimiento de los Derechos Civiles, una de las mejores canciones del pasado siglo XX.
      Gracias y saludos,

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  5. La señora Holiday, nada menos. Uf. Palabras mayores.

    Creo que el mundo de los aficionados se divide entre quienes prefieren sus primeros años, cuando su voz estaba "mas limpia", y los que eligen las grabaciones de finales de los años 40 en adelante como esta, en la que ya no le quedaba mucho tiempo por delante. No sé qué decir, pero tal vez en discos como este tengamos mucha más verdad sobre ella que en los anteriores. En todo caso, su luz seguirá brillando hasta que muera la última persona con buen gusto que quede sobre el planeta.

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    1. Yo llegué a ella en esa segunda época, la de las grabaciones de la década de los 50, poco puedo decir de su primera época, no tan "limpia" de todas formas, ya que desde que llega a Nueva York a finales de los años 20, ya arrastra una infancia y adolescencia turbulenta, y esas experiencias también se reflejan en su voz, aunque no en la medida de su época de adicciones.
      Esa VOZ, la han comparado críticos de solvencia, con las de "Satchmo" y Frank Sinatra, tan altísimo fue su nivel interpretativo.
      Gracias y saludos,

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  6. ¡Ostras Javier! Tirando con bala que se dice.
    Y es que esta señora es de las intocables, y nadie se atreve a cuestionar su obra, aunque no sea muy de mi onda, reconozco que este disco es impresionante y un clásico por derecho propio.
    Es lo que se dice "una fuera de categoría!.
    Saludotes
    Jose

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    1. Si señor Korto, esta artista y esta obra se encontrarían en otra dimensión, fuera de catalogaciones convencionales. Rompieron el molde, como se dice.
      Soy buen aficionado al blues, aunque a mi entendimiento del género todavía le quedan capítulos por rellenar. Lady Day, aunque es más reconocida como baladista de jazz, en su aspecto de intérprete de blues ha llegado a codearse y superar, sin que me apuren,mucho, a las mejores (Bessie Smith, Koko Taylor,, Big Mama Thorton, Memphis Minnie...)
      Gracias y saludos,

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  7. Pues esta "señora" sí que está en mi onda. Tengo un montón de discos suyos de todas sus épocas. Me parece de una autenticidad casi mística. Es un decir. Y el vídeo es una joya, con todos esos monstruos haciendo pequeños y maravillosos solos, y Lidy sings the blues.
    Magnífico. Gracias.
    Saludos.

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    1. Pues esa autenticidad "casi mística" que comentas Bab, le viene muy bien a esta artista. Hay que ver las imágenes de su cara, en el vídeo, según se van sucediendo las interpretaciones de los músicos participantes. Toda una amalgama de expresiones que "interpretan" la música que escucha sin necesidad de utilizar su voz. Magnífico el vídeo que encontró el chorlito.
      Gracias y saludos,

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  8. Hola Javier.
    Deseando estoy entrar en esa nueva dimensión para experimentar algo nuevo. He de reconocer que Billie Holiday es casi desconocida para mí y esto en vista de los elogios que leo en estos comentarios es algo imperdonable.
    Esta noche le doy un repaso al álbum
    Saludos
    Antoni

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  9. ¡Muchas gracias, Javier! ( ´ ▽ ` )ノ

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