En esa España tardofranquista, el ska fue adoptado con la misma ligereza que cualquier otro ritmo de moda, sin reparar en el peso que tenía el género en la cultura jamaicana. Y era normal, los productores del momento oían una canción de éxito, buscaban un grupo comercial y manejable que copiase la fórmula y lo encerraban en el estudio hasta que salía algo decente... o no. El batería de Los de la Torre, por ejemplo, nunca logró marcar bien el ritmo ska. Le salía una especie de pasodoble jamaicano.
Con más o menos fortuna, multitud de bandas yeyé probaron suerte con el ritmo skatalítico. Algunas se limitaron a traducir éxitos ajenos (Los Antifaces convirtieron My boy lollipop en Mi chico bombón y Los Catinos versionaron el Let your yeah be yeah de Jimmy Cliff en Cuando digas sí), mientras otras como Los Blues de España y Los Novax dejaron volar su imaginación poética. Más casualidades de la vida: la cantante de Los Stop (sí, los de El turista 1.999.999) es tía abuela de Closa. Y también ellos pusieron su granito de arena en el ska tardofranquista. Buen domingo.
https://mega.nz/file/ZyRBgRoZ#BlwV-F6hApD8uCdSeH5wEUAMyxjaqujScTKVyzqGvq8
ResponderEliminarThans again
ResponderEliminarCopertina da urlo...bellissima !!!! Ciao Jose'
ResponderEliminarMi amigo Soul seracher. Estas coecciones no las hago yo, sino el amigo Miguel. El es el experto.
EliminarSaludos
Jose
¡Infinitas gracias, Miguel!
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