Cherilyn (323 a.C.- present) sacó una cosa estrecha y larga de unos cuatro dedos y se lo puso en la boca mientras preparaban la hoguera a sus pies. Esperó a que las llamas subieran un poco y lo encendió, aspirando el humo con una sonrisa que heló a los concurrentes. Dicen algunos testigos que mientras el humo de la leña la envolvía se oían unas risas que salían del mismo centro del fuego. Otros dicen que un gato negro salió corriendo de enmedio de la leña. Una gran tormenta y unos impresionantes rayos hicieron que la gente se dispersara no quedando nadie en la plaza. Al volver un paisano, ya con el fuego apagado, sólo encontró parte de esa cosa blanca, una especie de papel que envolvía unas hebras marrones y donde se acertaba a leer "Winston". Nunca más ardió nadie en Beziers a partir de 1344.
https://mega.nz/file/W3xyjRYT#GV_EPG67f4SgR8hNuF589XZv1yYJLPXT8lgpl4iFWxc
ResponderEliminarHay leyendas que afirman que sobrevivió a la hoguera haciendo un pacto con el diablo, y que mientras siguiera cantando conservaría su belleza intacta.
ResponderEliminarGracias por el regalo
A veces esos viajes al futuro con vuelta al pasado pueden causar algunas molestias, mejor no alardear de lo nuevo para evitarse males mayores y hogueras inoportunas.
ResponderEliminarMe encanta el comentario, Miguel.
ResponderEliminarkk