Las andanzas de Jerry Cole (I)

Por lo general los sellos discográficos suelen tener una plantilla de músicos a los que utilizan en todo tipo de grabaciones; bajo el nombre común de "músicos de sesión", su trabajo más frecuente es acompañar a los solistas o sustituir a otros músicos que, aun perteneciendo a grupos conocidos, no tienen la soltura suficiente. Con el tiempo, muchos se hicieron famosos: algunos como Jimmy Page dejaron ese trabajo y se lanzaron a la aventura de crear un grupo, mientras otros como Clem Cattini hicieron el camino contrario. Y por medio hubo varios que durante su carrera alternaron unas ocupaciones con otras, como Big Jim Sullivan.

En Estados Unidos hubo formaciones relativamente estables de músicos de sesión, y algunas alcanzaron tal prestigio que muchos artistas de categoría las contrataban directamente para trabajar en sus discos. Una de ellas fue la selección que habían hecho Phil Spector y su ingeniero Barry Levine para edificar el famoso Muro de Sonido que durante unos años representó la fortaleza del pop "wagneriano", como el mismo Spector lo bautizó: las canciones podían ser mejores o peores, pero el sonido era apabullante. Esa selección estaba compuesta por músicos que ya tenían un prestigio cuando entraron en su sello, y aunque siempre había altas y bajas se mantuvo durante mucho tiempo después del reinado de Spector. Algunos de sus miembros figuran colaborando en discos de gente tan respetada como los Byrds o los Beach Boys. 

No eran bien vistos por algunos compañeros de la profesión, mayores que ellos, que solían llegar al estudio perfectamente aseados, con traje y corbata. Sospechaban que esta nueva generación de vaqueros y camiseta, con su debilidad por géneros "intrascendentes" como el rock and roll, acabarían demoliendo el prestigio de la música popular. Hal Blaine, uno de los míticos baterías descamisados que formaba parte de la nueva ola, recordó esa frase cuando en 1990 publicó sus memorias y, aunque ya había pasado mucho tiempo, decidió bautizar a la pandilla con el nombre póstumo de "The Wrecking Crew", es decir, La Brigada de Demolición. Su listado de nombres es imponente: ahí empezó Jack Nitzsche, que luego sería productor junto al propio Spector; Leon Russell, Jim Gordon... y muchos otros que, sin ser conocidos por el público masivo, eran reverenciados en el mundillo musical. Ese era el caso de personajes como Blaine o como Jerry Cole, nuestro invitado de hoy. 

Jerry Cole (de nombre real Jerald Kolbrak) es un guitarrista que con veinte años entra en los Champs, una especie de banda-escuela que a pesar de su larga carrera solo es recordada por su primer single, que resultó ser un gran éxito: "Tequila", en 1958. Cuando él llegó la mejor época del grupo ya estaba pasando, y pronto decidió marcharse junto a Glen Campbell, otro miembro con el que estableció amistad y colaboración profesional durante varios años. Ya en 1960 comienza a ser conocida no solo su maestría con la guitarra sino también su capacidad para organizar grupos y atacar estilos muy distintos, gracias a lo cual consigue comenzar a grabar, literalmente a destajo, en sellos de bajo presupuesto como Crown o Custom. Había por entonces, tanto en Estados Unidos como en Europa, un mercado de grabaciones baratas dirigidas al consumidor poco exigente o a quienes querían descubrir nuevos géneros musicales pero desconocían nombres: estos sellos publicaban discos con versiones de éxitos recientes o "fondo de catálogo" de varios estilos distintos, e incluso a veces canciones originales más o menos copiadas de otras. Es lo que en el negocio se llamaba "budget albums", con tiradas no muy grandes para lucir en supermercados o gasolineras, y que pronto desaparecían para ser sustituidos por otros con portadas y títulos distintos, pero de contenido similar. 

Los músicos como Cole dignificaron ese sector del negocio, ya que su vocación profesional le llevaba a tratar con igual respeto todo tipo de grabaciones. Y su fama nace ahí: en 1960, bajo el seudónimo de Billy Boyd, debuta en el sello Crown con un Lp titulado "Twangy guitars" que es un recorrido por los estilos más populares del momento y cuyo sonido está a la altura o incluso supera a muchos grupos y solistas más o menos famosos de entonces. Desde el rock and roll instrumental hasta el naciente surf, hay de todo en ese disco. Más o menos por entonces Cole y Campbell crean un grupo fantasma que con el nombre de Cee Gees lanza a finales del 61 un único single cuya cara A es "Buzz saw", un twist instrumental que sin ser un gran éxito entonces se ha hecho una clásica con el paso del tiempo y cuya potencia no tiene nada que envidiarle a un Link Wray de la época. Por otra parte se convierte en el jefe del grupo musical del programa televisivo "Shindig!", el más moderno de la época; comienza a participar en grabaciones de grandes figuras de muchos estilos distintos e incluso se le oye cantar de vez en cuando, aunque como cantante no destaca mucho. En 1962 graba también un primer disco grande a su nombre, un disco en el que de nuevo muestra su versatilidad atacando el country. 

Su época más activa, literalmente agotadora, comienza en el 63: entre ese año y el 67, además de su trabajo con todo tipo de artistas, graba tres discos para Crown como Jerry Cole & The Stingers y otros tres para Capitol como Jerry Cole & His Spacemen. Entre unos y otros, tenemos una perfecta recreación del ambiente surfero y hot rod (especialmente los de Capitol) y de un amplio abanico de sonidos que van desde una actualización del rock and roll instrumental hasta el ambiente de las bandas sonoras para películas del momento (en el caso de los discos para Crown). Creo que a Cole se le ha subestimado en favor de otros ases del bajo presupuesto como Davie Allan, tal vez con más fama entre los aficionados pero que honradamente creo que no llega a su altura. Pero en fin, esto es una opinión. Y por hoy lo dejamos aquí: dentro de poco veremos a Cole en su época más brillante, que fue el bienio 67/68, pero creo que sus primeros años, resumidos en el paquetillo de aquí abajo, también valen la pena.