jueves, 5 de octubre de 2023

DESDE SANTURCE A BILBAO BLUES BAND ("Vidas Ejemplares"), 1973.

 


Mi Señor Padre abre la puerta de nuestra habitación, en una de las paredes abombadas cuelga cañero un póster del Pequeño Teatro: "Lo que te de la gana", clamaba un texto en gráfica y gruesa negrita representando la versión musical del "Sueños de Reyes" de Shakespeare. Compone la imagen del póster un dibujo del autor inglés conduciendo un cutre cochecito de tullido callejero (tipo "Los Olvidados" de Buñuel). Mi Señor Padre, sus ojos fijos en el texto -seguramente indignado por el alcance del mensaje- comenta, muy bonito, eso es lo que queréis, hacer lo que os de la gana y cierra la puerta con violencia. contenida. Corría el año 1971. Todos fumábamos mucho.

El Pequeño Teatro (1965-1976) es una anomalía del tardo-franquismo. Algo más que un pequeño reducto cultural, crítico con el régimen (hasta donde dejaban), allí se representan obras de teatro (mayoritariamente alejadas del circuito comercial, también experimentales), se presentan libros, acuden pintores y fotógrafos para exponer sus obras.. Entre los conciertos que programaban (Amancio Prada, Rosa León, Hilario Camacho, Las Madres del Cordero...) un día apareció en la cartelera el anuncio de la llegada de Desde Santurce a Bilbao Blues Band.

Yo andaba por entonces sin saberlo enamorado de una vecina, pareja de partidas caseras de mus, que  me miraba fijamente con ojos de ágata; al igual que yo, hermana melliza, aunque algo mayor de edad, un poco gruesa, culta, leída y rica de padre promotor inmobiliario de la costa mediterránea. Su hermano menor era compañero en la facultad y recuerdo que todos juntos fuimos (también nos acompañó el jodido novio) al concierto que Desde Santurce a Bilbao Blues Band ofrecieron en el Pequeño Teatro de la calle Magallanes número 1.

Saco el vinilo de la funda (el celofán de siempre lo cubre, lo preserva del ruido doméstico) y huelo el contenido interior de cartón (hurra por aquellos artesanos de Moviegraf, Tierra de Barros 4, Polígono Industrial de Coslada)  Intento recuperar su perfume pero solo salen canciones.

Eso si, grandes canciones, todo un espectáculo que ofrece a los oyentes una representación en vivo, como si fueran asistentes a una función en modo café-teatro (algo muy de moda entonces), Desde apenas a un minuto de la entrada, "Different", la banda expone a la audiencia sus intenciones. ¿Lo llamaremos pop satírico, pop cachondo, rock cañí, folk de secano, madrigales del absurdo? Da lo mismo, la banda utiliza los estilos más a mano, las melodías más hechas al oído popular de entonces para dar a conocer sus composiciones. Desde el cabaret rumbero de "El ídolo", el pop circense de "Los fantasmas", rock guineano en "Danza de los orangutanes", bosanova en "Todo está", vuelta al carnaval en "Las cosas van cambiando", Massiel interpreta inmensa cabaretera su "Soy la mujer" y cierra la primera parte del concierto.

Los miembros de la banda, que no han abandonado sus disfraces decimonónicos, salen a escena en la segunda parte del concierto (no sin antes reprochar a algunos asistentes no haber visitado previamente el estrechísimo bar del local). El ritmo tunero de "El hombre del 600", su gran éxito a nivel popular, inicia la sesión. En "No sea usted original" aparece una muy conseguida tonalidad dixie, un acento que contrasta fehacientemente con "Indefensos vampiros", una suerte de balada transilvánica combinada con aires carnavalescos. Con "Superman", un chunda-chunda de ritmos eurovisivos, continúa el espectáculo. "A beneficio de los huérfanos" contiene un inicio de solemne novena cristiana para desarrollarse definitivamente en un grotesco corre-calles. La versión final de "Different" pone el broche a este show tan celtibérico. Los asistentes nos hemos solazado con las letras de las canciones, risas, sonrisas cómplices, guiños a La Codorniz y al reciente Hermano Lobo. 

La encargada del guardarropa recibe su propinita. Ya era tarde cuando nos despedimos, ya saben, esas despedidas interminables tan españolas. Junto a su hermano encaminé mis pasos hacia la cercana discoteca Cerebro. Recuerdo terminar de madrugada en casa de unos compañeros gallegos escuchando algunas canciones de Judy Collins. La pastilla efervescente anti-efecto alcohólico cumplió sin problemas su papel. Es lo que tienen algunos discos, la aguja del plato rebobina hacia atrás cuando los recuperas con cariño. Y lo saben.


A Rick, agradecido, recordando su magnífica serie "España 70s: La Tercera Vía o algo así"

8 comentarios:

  1. https://mega.nz/file/nAFxURaR#eJ84SCpLPtD5g0-OOlBUuBr1l-mZyEg-F9mxM7p0X9k

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  2. Muchas gracias. La Santurce fue otro invento de Alain Milhaud para crear una alternativa a La Trinca en castellano (en aquella época, los catalanes solo cantaban en catalán), pero el invento solo aguanto este Lp. Según Milhaud, tan perfeccionista para todo, los componentes del grupo eran muy anárquicos y bastante vagos. . Yo asistí al el que creo fue su último concierto en Madrid, en el Instituto San Isidro, ya sin Moncho Alpuente y llevando el liderato Álvaro Ibernia. Concierto, que por cierto, grabe en un antigua cassette Phillips. A continuación dieron un concierto en San Sebastián, tras el cual fueron detenidos y enchironados por injurias al jefe del estado. Posteriormente quedaron en libertad con motivo de la amnistía de 1977, y el grupo pasó a la historia. Con Ávaro Ibernia mantuve mucha relación cuando colaboró con el sello Folkways traduciendo los cuadernillos que acompañaban a cada Lp. Álvaro Ibernia hasta su jubilación trabajaba de traductor para ¡el Ministerio del Aire! Saludos.

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    1. Gracias a ti Antonio por tu valiosísima aportación. Tenía algunos datos que comentas, la producción de Milhaud, la posterior retirada de Alpuente y la movida en San Sebastián con la posterior amnistía. Pero visto desde una persona como tú, ligada a la banda por lazos de amistad, la entrada adquiere un mayor valor.
      Gracias de nuevo y espero compartir contigo de nuevo sucesivas entradas y comentarios.
      Saludos,

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  3. Aquí, un ignorante que ha venido engañado por el nombre de la banda (pues un servidor es oriundo de Portugalete, pero de la parte más colindante a Santurce), y compruebo que me salté aquel capítulo del Bar de Rick, ahora que lo mencionas. Ni les conocía ni he escuchado aún el disco que propones; tan solo me acabo de poner ''Los fantasmas'', vía Youtube, como toma de contacto, y me ha hecho gracia la letra. Este tipo de grupos, donde la música no es siempre el protagonista de la función, o al menos comparte su protagonismo con la letra, el humor y la interpretación sobre las tablas, tienen mucho encanto, sobre todo para la experiencia del directo.

    Pero quiero felicitarte por el texto, pues te ha quedado una historia muy redonda, que honraría a cualquier miembro de aquella banda, si te leyeran. No es sorpresa dado tu estilo personal, que mezcla vivencias presentes o pasadas con la experiencia musical, pero no siempre es tan accesible: a veces relacionas álbumes y géneros que no tienen que ver entre sí, cuando pertenecen, por ejemplo, a una de tus sesiones nocturnas, como las llamas, y a los que desconocemos el material nos cuesta más entender dicha relación musical.

    Saludos.

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    1. Gracias por tus palabras Rodión. La serie de Rick que menciono supuso un antes y un después dentro del estrecho mundo de los blogs musicales. Esta banda madrileña supuso, bajo mi punto de vista, una fiel representación del "show celtibérico" -en este caso musical- que proliferaba por aquellos tiempos.

      Bueno, y lo de la mezcla de géneros y estilos en las "Sesiones Nocturnas" responde básicamente a impulsos momentáneos y, por consiguiente, no me extraña que confunda un poco. Hace mucho que no publico nada en esa sección, ya casi relegada al olvido.

      Saludos,

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  4. ¡Muchas gracias, Rick! ( ´ ▽ ` )ノ

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    1. Gracias a Javier, porque yo sólo pasaba por aquí. Saludos.

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