"¡Atended ahora!, justo ahora cuando las brumas comienzan a diluirse y remonto el vuelo del dron hacia un espacio libre y diáfano, el más necesario para dar inicio a este relato"
Ya me cuesta, pero prefiero ignorar el origen y significado de esas palabras y ceñirme tan solo a la letra pequeña del contrato que me liga como piloto del dron matrícula ATPC53Z, un artefacto de titánica y última generación, provisto de suficiente autonomía para sobrevolar cualquier geografía, cualquier nivel mental.
(El piloto que dirige esta entrada declara que tuvo un desafortunado desliz en una conocida tienda de discos, sonaba "I Believe" y confundió ese tema de Máquina con algún otro de Soft Machine. El piloto agachó su cabeza e imploró perdón, perdón, ¡cullons!..., hace demasiado tiempo que no escuchaba a la banda catalana.. El amigo Guille sonrió comprensivamente mientras se atusaba el bigotillo estilo Willy DeVille.).
De esta manera improvisada identificaremos al dron ATPC53Z sobrevolando la Estación de Francia de Barcelona mientras el piloto observa un objeto no identificado, algo extraño, inusual, parece el cuerpo de una persona, medio tirado en una de las puertas auxiliares de la salida de la Estación.
Jordi M. es el propietario humano del bulto desconocido y lleva 3 noches de farra, fuera de casa, en sus escasos momentos de lucidez sigue empeñado en anticipar la babosa sonrisa de Keith Richards en aquellas sesiones de grabación del "Sticky Fingers" En el suelo revolotean las hojas de un arrugado periódico deportivo, Asensi ha marcado no se cuantos goles.
Era muy de mañana aquel domingo 18 de octubre de 1970. Agua de Regaliz y Màquina! estaban anunciados para la segunda sesión inaugural del Primer Festival Permanente de Música Progresiva en el Salón Iris de la calle Valencia, entre Aribau y Muntaner.
Harto ya de esperar, el Joan B. se dispone a realizar un último intento. Pasará por los lugares donde habitualmente suele verse al Jordi M para ver si puede localizarle. El dron ATPC53Z nos muestra la Bultaco Lobito de Joan B. dirigiéndose por la Via Layetana hasta el Zeleste de la calle Plateria, primer intento en vano, por allí no hay rastro suyo. En el siguiente plano aéreo del dron, Joan B. reanuda su itinerario. En esta ocasión se dirige al Magic en el Passeig Picasso, allí conoce a la Montse, cajera del club. Se cuela por la parte baja de la puerta enrollable, aun medio abierta: Has vist el Jordi? Montse observa con cara cansada al Joan B., el cabrón, em va deixar tirada ahir.
El piloto del dron, servidor de Vds., escucha en sus cascos inalámbricos Tune 720BT el primer disco de Màquina, "Why?" (versión reeditada por WahWah Rcds, 2003) Suena el primer tema, ese increíble "I Believe" que confundió en la tienda de discos. La Bultaco Lobito de Joan B. se desplaza por las calles de Barcelona sin tocar el asfalto. No hay semáforos, ni cruces, ni señales de tráfico que valgan. Joan B. maneja un ala delta que apenas rasga el aire, la cornisa del cielo se encuentra cada vez más alta y Joan B. estira uno de sus brazos para intentar alcanzarla. A la derecha de los cascos, la guitarra de Luigi Cabanach, a la izquierda, la guitarra fuzz de J.M. París, "el Sueco", en el centro, el órgano de Enric Herrera. Voz y bajo, Jordi Batiste. Cuando concluyen los más de 11 minutos de la primera parte de "Why?", Joan B. está aterrizando cerca ya de la Estación de Francia. Se guía tan solo por el eco de la batería de J.M. Vilaseca, "Tapioles", sus redobles de tambor le conducen hasta la esquina opuesta de la Estación de Francia.
ATPC53Z pierde la referencia de Joan B. mientras este se dirige a la cafetería de la Estación. Allí le atiende Manuel, testigo de Jehová y también andaluz de Jaén. Da fe de su buena disposición cristiana y le pide una absenta bien cargada, como a él le gusta, igual a las que sirven en El Carabela de la Barceloneta. Mientras coloca un azucarillo sobre la cuchara observa cómo se va deslizando el líquido verde hasta que el terrón se deshace. Siente un agradable mareo instantáneo. L´ideal per anar una mica posat. Paga y deja propina.
En mi informe de vuelo no incluiré las hazañas motociclistas de Joan B. en su trayecto desde la Estación de Francia hasta el Salón Iris. Puedo entender que el tiempo apremiara, que el primer pase de Màquina! tuviera lugar hacia las 12:00 del mediodía, vale.., pero, cullons!, saltarse dos semáforos en rojo, no respetar los pasos de cebra, arramplar por una esquina peatonal en Aragó a punto de atropellar a un doberman lleno de collares, amic Durruti, endavant!!, eso no. Ahora que lo pienso, puede que la única razón radique en el efecto telepático que el "Why? (part 2") tuviera en su mente. Es curioso cómo mientras el dron sobrevolaba las cúpulas interminables de la Sagrada Familia de Gaudí, los teclados del órgano de Enric Herrera parecían entonar una oración llena de humo, no precisamente de incienso. "Let Me Be Born" pilló a Joan B. encadenando su moto al pie de una farola sola y dolida.
Jordi M. reapareció pocos días después en un pase nocturno de Tete Montoliu en La Cova del Drac de la calle Tuset. Nadie le preguntó sobre su ausencia. Tan solo alcanzábamos a entender frases como ... era primevera als seus llavis, ... amb el meus petons feria les plantes dels teus peus... cosas así, débilmente, en el bosque de Collserola. Cuc sonat, calló Joan B.
A Guille de Bajo el Volcán.
https://mega.nz/file/6R9kmQzb#xtNnWrwIGaiJcQdB8rVxyzu7Ts923aOJ_ESlwG8tLQg
ResponderEliminarEls nois de la banda agraeixent el teu suport.
EliminarObligatorio este disco de Máquina. Y la reedición de WahWah. Y tu texto.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
Evidentemente amigo Gonzalo, este disco de Maquina es de los absolutamente imprescindibles en cualquier colección que se precie. Si eres amante del rock progresivo, aun más.
EliminarAbrazos,
Bueno es el disco,pero el relato de introduccion es superior,Enhorabuena amigo por ambos, y muchas gracias por tu tiempo y dedicacion al blog.Mucha nostalgia de esas calles que nombras y de esos garitos que patee hace muchas lunas y esa estacion de Francia medio hermanastra de la torre Eiffeel.Un lujo poder leerte.
ResponderEliminarGracias amic, aunque soy del foro tengo una predilección inequívoca por aquella Barcelona de los últimos 60, principios de los 70. Ciudad faro, en tantos aspectos artísticos, escenario de los mejores momentos para unos jóvenes que buscaban salir de aquella oscuridad de la sociedad franquista.
EliminarSaludos,
Menudo relato. Nos lleva de la mano para no perdernos. Vaya lujo.
ResponderEliminarTengo esta reedición. Vi a Máquina en el Colegio Mayor Pío XII de Madrid en un concierto memorable. Se agradece la entrada.
Saludos.
Osti Bab, aquel bolo en el Pio XII debió ser el copón, suerte la tuya.
EliminarSeguiremos informando de aquella época.
Moltes gracies,
Hola javier.
ResponderEliminarCuriosa historieta para presentar el disco.
Lo tengo desde que salió al mercado, y tengo una batallita sobre el, pues cuando lo pillé, era en principios musiqueros y tenía un tocata de segunda mano, de esos portables, y da la casualidad de que le fallaba un canal, y por eso el primer tema del disco, para mi era "el del piano", cuando después de bastante tiempo lo escuché "como dios manda", me quedé alucinado, ¡era un tema de guitarra!.
Ya veis que eso de tonto me viene ya de lejos.
Ahora, con el paso del tiempo, creo que es sin duda el disco emblema del progresivo español.
Saludotes
Jose
Alló, Alló, abuelo cebolleta, magnífica anécdota la tuya. Digna de una enciclopedia transhumante como la que atesoras entre tus sienes (digo, entre tus surcos...)
EliminarEl disco es para mi el más emblemático de la historia del rock progresivo español.
Gracias y saludos,
Me sumo a los señores que me preceden y repito una vez más que tu estilo como comentarista es único, que da igual sobre qué disco hables, que es un placer leer este tipo de prosa.
ResponderEliminarY sobre el disco, aún recuerdo que este era de los pocos que nos reconciliaban con el país. Es inevitable que con el paso del tiempo algunos pasajes se hagan un poco cansinos, porque han cambiado mucho los patrones y los estilos, pero aun así sigue (y seguirá) siendo un mito; y no solo para los de nuestra quinta, porque me consta que tiene muchos adeptos entre la gente más joven.
Saludos mil.
Gracias Rick, esta entrada guarda una intrahistoria (como diría Don Miguel). Industria catalana, el poeta Joan Vinyoli, la aparición de las drogas duras, Paco Ibáñez..., Claudi Montanya...
EliminarGracies de nou.
¡Oh!
ResponderEliminarMáquina!
Me ha traído recuerdos de mi preadolescencia, cuando le pregunté a mi hermano mayor por la música que sonaba en el reproductor de casssette de la época, que creo que casi todos recordareis, y me contestó “música progresiva”. Supongo que me gustó porque, creo recordar, que me quedé a escucharla.
Una llamativa mezcla de presente y pasado muy entretenida. Los locales que mencionas los conocí una década más tarde, con excepción de El Carabela y el Salón Iris.
¡Muchas gracias, Javier! ( ´ ▽ ` )ノ
Esos reproductores deberían mostrarse en cualquier museo ciudadano que se preciara, eran como los sueltos literarios de principios de siglo (XX), herederos de los folletines de un siglo anterior-.
ResponderEliminarSuerte la vuestra en la Barcelona de aquellos años mágicos, el bastión de la sociedad alternativa de todo un país. Aquí, más abajo, tardamos unos años más en quitarnos la mugre del franquismo.
Estoy leyendo ahora a Josep Pla, "Viaje en autobús". Lo más cercano que tenemos aquí ahora (aunque haya diferencia de años) es el "Viaje a la Alcarria" de C.J.Cela. Aprovechad vuestro patrimonio.
Cullons, que rollo!
Muy buena idea Javier, si el MoMa de Nueva York tuvo expuesta una Olivetti Lettera 22, porque no exponer un reproductor Phillips. Pero… alguien te robó la idea, En el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT) de A Coruña hay uno, ignoro si igual o similar.
EliminarSi los años mágicos son los 70, hasta mitad de la década no fui muy consciente de lo que ocurría, entonces sí que más de una vez corrí delante de los “grises”.
Ahora una herejía, Josep Pla no es santo de mi devoción (Cela tampoco), puede que tal vez no eligiese los libros adecuados. Ya sé que este no es un blog de lectura, pero aprovechando… Como periodistas y escritores prefiero a Quim Monzó y Sergi Pàmies (con todavía más diferencia de años), pero si recomiendas la lectura de “Viaje en autobús” intentaré leerlo
He visitado las entradas de Literatura en tu blog y ante tan magníficos artículos y réplicas, no me he atrevido a comentar nada :)
“Nuestro patrimonio” ya lo aprovechamos, menos cuando en algunos lugares empiezan a eliminarlo :(
¡Re-collons!, otro rollo
( ´ ▽ ` )ノ
Vuelvo de una boda, la música es una mierda, ya en casa me organizo una sesión noctuena con cascos puestos, suena The Bevis Frond en su "Triptych", esta noche me hubiera gustado mucho ir a su concierto en la Wurtlitzer, en fin, este es un pequeño homenaje a un compositor y guitarrista entrañable.
ResponderEliminarJoan Perucho, lo se, me espera mañana a primera hora.
Gracias por tus comentarios.