Pop History vol. 15 - Jack Bruce

Polydor se puso las botas en la colección Pop History con Cream, su grupo estrella a finales de los años 60: un doble para el grupo y otro para cada uno de sus integrantes. Un tanto excesivo, creo yo. En el caso de Clapton, bueno, aunque muchos pensamos que su época dorada terminó justo en ese grupo, todavía hizo algunas cosas interesantes poco después. Pero ya hemos visto que Ginger Baker resulta un poco cargante, y lo mismo pasa con Jack Bruce, que nos visita hoy: de haber podido, les hubiera sido más provechoso incluir su época anterior en la Graham Bond Organization que lo que vino luego, pero esa primera época no es de Polydor. Qué le vamos a hacer.

Conste que Bruce es sin la menor duda uno de los mejores bajistas británicos, y sus antecedentes son impecables: aficionado al jazz desde muy joven, esa tendencia marca inevitablemente el manejo del instrumento y le da una riqueza de recursos que un simple bajista rockero no suele poseer. Para hacerse una idea de su categoría basta recordar que con menos de veinte años su dominio del contrabajo ya impresiona al mismísimo Alexis Korner, que lo ficha para sus Blues Incorporated, la primera gran banda británica de blues. Esa banda sufre una escisión en el 63 (el año en el que Bruce cumple los veinte) cuando se marcha Graham Bond para crear su propia banda -precursora del jazz rock isleño- y le siguen Bruce, Baker y Dick Heckstall-Smith; a ellos se les une otro jovenzuelo con futuro llamado John McLaughlin, por cierto. Y las broncas entre Baker y Bruce, que ya se llevaban mal en la banda de Korner, se agudizan ahí: después de una de ellas, en pleno escenario, cuando Baker va a por él con un cuchillo en la mano, Bruce abandona el grupo. Fue en 1965, cuando ya tenía un prestigio que le permite trabajar durante un tiempo con los Manfred Mann e incluso participar brevemente en la banda de Mayall, donde conoce a Clapton, que ya está elaborando un plan para llegar al estrellato. 

Clapton, evidentemente, se da cuenta enseguida de la categoría de Bruce y le ofrece unirse a él para crear ese trío superguay que va a ser la crema. Otra cosa es entender cómo es posible que el tercero sea Baker, pero esa es la señal inequívoca de que no iban a durar mucho: gracias a la fama y el dinero que estaban ganando consiguieron soportarse durante dos años, y fue Clapton quien se hartó primero. En más de una actuación, furioso porque la competencia entre ellos les hacía perder el control de los tiempos, dejaba de tocar la guitarra y se les quedaba mirando: ellos seguían batallando con sus instrumentos, a ver quién hacia más ruido, con los amplificadores a tope, sin darse cuenta de que el otro los había dejado solos. Y a partir de ahí, cada uno se busco la vida como pudo. 

Bruce, que en buena parte de su carrera compaginó el rock con el jazz, ya había grabado algunas cintas antes de la desaparición de Cream junto a sus antiguos colegas Heckstall-Smith y McLaughlin, además del batería John Hiseman. Esas cintas quedaron guardadas hasta 1970, cuando se publican con el título de "Things we like", el segundo disco de su carrera en solitario; el primero, un año antes, había sido "Songs for a tailor", también con Heckstall-Smith y Hiseman, a medio camino entre jazz y rock progresivo. Luego, siguiendo la pista de McLaughlin, entró en Lifetime, la banda del batería Tony Williams, que estaba revolucionando precisamente el concepto de jazz rock, y ahí estuvo hasta 1971, que es la fecha tope en estos recopilatorios de Polydor. Así que, junto a algunas piezas de la época Cream, el resto de la selección procede de los dos primeros discos de Bruce en solitario y el que grabó con la Tony Williams Lifetime. Personalmente creo que el paso del tiempo no les ha hecho ningún favor: el jazz rock, como el progresivo, son estilos que resultan difíciles de digerir en unos tiempos tan ligeros como estos, y muy pocos discos de aquella época se han salvado. Bandas como King Crimson no hubo muchas, y no eran de Polydor (cuya especialidad por entonces era el blues rock: por esta colección ya han pasado, además de Cream, Mayall y Gallagher) 

De todos modos, escuchando con tranquilidad y sin crearse falsas expectativas, podremos admirar, como mínimo, la excelente ejecución tanto de Bruce como de los músicos que le acompañan: si en algo destaca este tipo de gente es en que dominan los instrumentos como nadie.