sábado, 29 de abril de 2023

EMERALD WEB - Dragon wings and Wizard Tales (1979)

Emerald Web, fueron  un dúo procedente de Florida, fundado en 1978 y considerado como uno de los pioneros de la música psicodélica electrónica. Sus dos componentes eran, Bob Stolh y su esposa Kat Epple. Ambos, virtuosos flautistas y amates de la electrónica. Su carrera comenzó en Connecticut, ciudad donde grabaron en 1979 sus dos primeros álbumes. Al año siguiente, atraídos por la floreciente escena New Age,  decidieron trasladarse definitivamente a San Francisco, donde montaron su propio estudio de grabación y continuaron con su evolución a lo largo de la década. El resultado de  su excelente y continuo trabajo, quedó plasmado en los 18 álbumes, que fueron publicados, entre 1979 y 1990. Así como también  en las numerosas bandas sonoras que compusieron para la televisión y el cine, incluyendo documentales tan famosos como los de National Geographic y los de  Carl Sagan. Su álbum, "Catspaw", llegó incluso a ser nominado para los premios Grammy de 1986. Pero por desgracia, toda esta creciente evolución, terminó truncada tras la muerte accidental de Bob Stolh, que en Octubre de 1990, fue encontrado ahogado. Tenía 35 años. Epple, superó el trance y continuó componiendo y grabando bajo su propio nombre, y más tarde, en 1997, pasó a formar parte del grupo White Crow.  

Una de las características más destacadas del sonido de Emerald Web, era el uso intensivo de las flautas en todos sus temas, y tanto Stolh como Epple, eran dos músicos muy creativos y virtuosos con este instrumento, a la vez que sabían fusionarlo perfectamente con el uso de la electrónica. Stolh, también destacaba por su maestría con el uso del Lyricon, un instrumento electrónico, ayudado por un sintetizador específico, que creaba unos increíbles efectos de viento. 

Reconozco que este estilo de música, cercano al "New Age", de entrada  te puede gustar, o no. Pero, si eres de los que gustan de realizar actividades creativas en las que la concentración es necesaria, como por ejemplo, escribir y pintar, o simplemente, lo que te va, es cerrar los ojos, soñar e imaginar, esta música puede servirte de inspiración y será una perfecta compañera de viaje. 

Aquí os dejo, por si os apetece y os animáis a escucharlo, el primer álbum de Emerald Web, titulado  "Dragon Wings and Wizard Tales", y publicado en 1979. Como su nombre sugiere, la temática del álbum gira en torno a unos sonidos cargados de misticismo y ensoñación, evocadores de mundos mitológicos. Pero, hay que considerar que se trata de un trabajo mayormente instrumental, en el que por desgracia, solo en contadas ocasiones interviene la dulce y fascinante voz de Kat Epple. Por consiguiente, las visiones escénicas que  puedan surgir en la mayoría de sus temas, las tendréis que adivinar, o crear vosotros mismos echándole un poco de imaginación. Mi consejo es que os sentéis cómodamente, os pongáis los cascos, y os dejéis llevar por este fascinante viaje a través de una tierra encantada, donde habitan dragones, hechiceros, hadas, lamias, unicornios y todo tipo de seres imaginarios, tanto benévolos como malvados. Luego, si después de escuchar la primera pista, que por cierto es bastante corta y evocadora, no conseguís conectar con la segunda, que es alucinante, podéis optar por seguir o dejarlo.





Dragon Rising

Flight of The Raven

8 comentarios:

  1. https://mega.nz/file/oh0UUJgY#TFwi6UzKjJQ1QwO8ftiWfoY6W3CldyrcVlrh1VIi46Q

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  2. Como música
    de esa que
    llaman chill
    out, no está
    mal .

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    1. Hola Orlando.
      Llámala como quieras, pero al final yo creo que es un poco de todos los estilos que son difíciles de encasillar. Al final lo importante es que te guste o no te guste.
      Me conformo con eso de, "no está mal".
      Gracias por tu comentario.

      Antoni.

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  3. ¡Dios Santo, Antoni!
    Cuanta paz, mejor dicho, que jartón de paz. ¿Será la música que ponen en el paraiso?, ¡no, no quiero ir allí!, seré malo, que al menos en el infierno se está calentito.
    Se agradece el intentillo, pero, que brasa, me voy al bar, aunque soy abstemio, si me vuelvo un alcoholico será por tu culpa.
    Saludotes
    Jose

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    1. De parte de Sebi, que esto es música de ascensor o de dentista.

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    2. Hola Jose.
      Menos mal que, sabiendo de antemano que me iba a caer unos cuantos capones de tu parte, he sido previsor y me he puesto la chichonera.
      Ya me he encargado de llamar al bar del camping, para decirles que no te sirvan ni una cerveza sin alcohol, no vaya a ser que por mi culpa, ahora a la vejez te aficiones a la bebida y te me eches a perder.
      Que falta de sensibilidad, por favor. Yo que pensaba que esta música te vendría como anillo al dedo y te serviría al menos de inspiración y te acompañaría en tus jornadas pastoriles, llenándote de dicha y regocijo...Pero ya veo lo equivocado que estaba.
      Luego encima, va la Sebi y te manda el recadito ese del ascensor y el dentista. ¡Qué disgusto!, ¡qué desengaño!. Dile que ya hablaremos ella y yo del arroz.

      Saludotes
      Antoni.

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  4. Curioso artefacto el que traes entre manos Antoni. Fui de la New Age allá cuando el sello ECM abrió el grifo de la "música contemporánea", a principios de los 70 y, la verdad, disfruté de varios artistas de su catálogo.
    Por lo que leo, esta grabación es de la época, más o menos, y refleja ese ambiente de relajación que permita al oyente un estado de ánimo tirando a óptimo.
    He escuchado ambas canciones de muestra. Están bien si vas buscando esa sensación antes comentada.
    Saludos,
    Nota: me parece que lo del Korto no tiene remedio.

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  5. Hola Javier.
    Al menos aquí, tú haces una crítica constructiva, y esto es algo de agradecer, después de lo que me acaba de caer.
    Reconozco que este tipo de música, sólo es para determinados momentos, y que este álbum en especial es algo difícil de asimilar. Pero yo le tengo especial cariño porque es de esos discos que uno tiene guardados durante mucho tiempo y que están asociados a los buenos recuerdos personales.
    El Korto es el Korto, y nadie lo puede cambiar.
    Saludos.
    Antoni.

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