Se lía uno acumulando montones de datos casi sin darse cuenta, como si compitiéramos por resolver el crucigrama de un agujero negro que pasa de largo, sin saludar. Recopilar información, analizar cifras, intentar darles un significado concreto, una razón de ser que probablemente acabe convirtiéndose en un solitario de media tarde. Es esta una impresión recurrente, una tarea que probablemente debería quedar apuntada en el haber del libro de cuentas de la memoria, jamás en el debe (allí solo cabe espacio para la pesadilla del tiempo perdido).
"Malditos Exiliados" es un libro de reseñas discográficas escrito por los redactores de Exile SH Magazine. Jorge García, Juanjo Mestre, David Molina, Joserra Rodrigo y Charls Roig son los paridores de la criatura, los encargados de abastecer el pesebre. Autores conocidos en los ámbitos de las redes sociales (blogs, podcasts, facebook y otras mandangas...), coinciden todos ellos en el amor y la pasión por la música como áncora y delfín de sus actividades culturales e intelectuales. El prólogo de Gonzalo Aróstegui, otro peso pesado en el cuadrilátero bloguero, orienta a los posibles lectores sobre el contenido de la obra: "nombres que a muchos no sonarán de nada; nombres condenados (o bendecidos) a ser pasto de minorías..."
Y a partir de aquí, permítanme la licencia, regreso al embrujo de los algoritmos. Cincuenta y uno discos reseñados, tan solo un ejemplar de los años 60, seis de los 70, ninguno de los 80 (¿sigue siendo ésta una década condenada "al exilio"?), tres de los 90 y cuarenta y uno desde el inicio del nuevo siglo XXI hasta el año 2022. Abrumadora mayoría de obras exiliadas recientes o muy recientes. Desde el primer disco con el que se abre el libro, el homónimo de Bert Jansch de 1965, hasta la reseña del ultimísimo de Baby Scream (el magnífico "Castell de Pop") del año pasado. ¿Merece ya este recientísimo alumbrado disco la condena de exiliado?
Pareciera como si los redactores se hubieran quedado atascados en dictar sentencias sobre obras de décadas mucho más cercanas, obviando "exiliados" de épocas pretéritas que, seguramente para los lectores ya más ancianos (como el que suscribe), hubieran merecido una mayor levedad de penas. Y continúo con los datos (aunque esta referencia es mucho más subjetiva). De los cincuenta y uno autores comentados, tan solo el 25% entrarían en mi ámbito de conocimiento, cuestión que, al que se sigue considerando un aprendiz, tampoco le molesta demasiado. Clarísima mayoría U.S.A / "Americana" (o lo que esto signifique), U.K, relegada, el Continente con dos o tres apuntes, para nuestro país, media docena de exiliados, para Argentina tan solo uno. Las féminas no se atreven ni a "envidar a la chica", aunque sus voces (Doris Duke, Candie Station, Sharon Jones...) resulten las mejores del surtido.
He pasado momentos realmente entretenidos mientras leía esta obra. Junto a la prosa de los autores, cada uno de ellos con su estilo característico, he servido regalarme con la audición de gran parte de los vídeos de los temas más característicos de las obras reseñadas. Por resaltar tan solo los que más me han impactado; entre los artistas conocidos, el gran Link Wray, Chris Bell, Ronnie Lane Slim Chance (la reseña de su "Anymore for anymore" de Charls Roig es la mejor del lote), Bettie Serveert, Kelley Stoltz, Richard & Linda Thompson, The Swingin´ Neckbreakers, Richard Hawley, Howe Gelb, Sharon Jones, The Delines y Peter Bruntnell. Entre las desconocidas, Jim White, Luther Russell, Nato Cole & The Blue Diamond Band, You, Me and Apollo, Dick Diver y (sobre todos los demás) un William The Conqueror impresionante. Para las reseñas nacionales, Rafael Berrio, sin lugar a dudas, Fernando Rubio, Doctor Divago y The Smoggers.
He de decir que libros como "Malditos Exiliados" son absolutamente necesarios en una escena editorial nacional que, aunque no precisamente escasa en temas de género musical, tiende a primar más lo conocido (Gonzalo Aróstegui menciona este fenómeno en el prólogo) sobre aquellas nuevas aportaciones de autores que, como todo lo subterráneo, será cuestión de tiempo que irrumpan con toda su bienhechora lava corrosiva. Mención especial también a las notables ilustraciones de Lorna Gotlib y a la excelente maquetación de Juanjo Mestre.
Más información sobre "Malditos Exiliados" en https://exilemagazine.com
Qué alegría ver tu reseña del libro, Javier. Yo lo veo igual de necesario que tú, y no solo por haber escrito el prólogo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Gonzalo. Creo que tu introducción resume perfectamente el contenido del libro. Si, absolutamente necesario, aunque solo sea para reclamar la independencia y valor de otras opiniones en el mundo editorial de la música.
EliminarAbrazos,
Me ha gustado mucho tu mirada crítica y ajustada. Y muchas gracias por la parte que me toca. Abrazos
ResponderEliminarGracias Chals, echo de menos tu blog. Y, si, ya que hablas de "ajustada", tu reseña sobre la obra del gran Ronnie Lane (un artistazo que merece mucha mayor reivindicación), es la "más ajustada" de la serie incluida en este "Malditos Exiliados".
EliminarEnhorabuena por toda la labor que hacéis en Exile.
Abrazo,
Ganas de verte Javier. 😘 gracias por tan bonitas palabras.
ResponderEliminarSoy Joserra
Eliminar¡Hombre Joserra!, no te veo desde la presentación del magnífico "Pasión no es una palabra cualquiera" en Diciembre del 17. ¡Cuanto tiempo! Yo también tengo ganas de verte el careto y, de paso, compartir nuestra enorme pasión por la música. Espero que suceda antes de que me metan en la residencia para mayores.
EliminarAbrazos,
Muchas gracias Javier, afilada lectura del libro redactada de una manera exquisita, a tu estilo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Addi, gracias por tus palabras. Debo reconocer que muchas de tus reseñas me pillaron "in albis", sin apenas conocimiento de los artistas que incluyes en ellas. Lo recalco en el texto, las obras que presentas, para alguien que sigue aprendiendo, abren nuevas y enriquecedoras expectativas.
EliminarAbrazos,
Nunca suficientemente agradecidos. Abrazos, Don Javier.
ResponderEliminarA mandar. Gracias a vosotros por esa enorme actividad musical que estáis haciendo en Exile.
ResponderEliminarAbrazos,