domingo, 23 de junio de 2024

THE RAREST SPANISH YE-YE GIRLS (19/25): TERESA MARÍA

 


María Teresa Heras Garuz nació en una de las barriadas del extrarradio zaragozano, concretamente en Garrapinillos. Sus dotes para el canto no pasaron desapercibidas a nadie y pronto la encontramos cursando estudios en el conservatorio de Zaragoza. En 1956 gana una beca de la Diputación y en enero de 1958 ofrece un recital en el Círculo Mercantil de Zaragoza. Se traslada a Madrid para estudiar en el Conservatorio Superior de Canto con la gran soprano Pilar Lorengar y debuta en el Teatro de la Zarzuela con un papel en la zarzuela “Doña Francisquita” (Amadeo Vives, 1923) nada menos que con Alfredo Kraus para actuar después en varias funciones en el Liceo de Barcelona. Todo parece indicar que los pasos de María Teresa van encaminados al bel canto.

Pero diversas personas le aconsejaron que por motivos económicos se alejase de la música clásica y probase fortuna en la canción ligera. De voz, afinación y conocimientos musicales iba sobrada y pronto aparece su primer EP: “El Anillito / Que Cielo / Carta de Amor / Bambina, Bambina” (SAEF, 1962). Un material procedente en su mayoría de versiones en español de temas participantes en el Festival de San Remo. El tema principal del disco cargado de inocencia y ritmo pop con resabios de la década anterior conoció numerosas versiones en nuestro país: Miguel Ríos, Los Brujos, Hermanas Serrano, etc. La versión de Teresa María, que había decidido modificar el orden de sus nombres pasó desapercibida.

La discográfica SAEF pasó a formar parte de la empresa Belter y la nueva marca decidió mantener el contrato de la cantante, que pronto vería editado su segundo extended play. “Amor, Mon Amour, My Love” (Belter, 1963); es decir una nueva tanda de temas procedentes de Italia bien interpretados por Teresa María, que a estas alturas ya se había establecido en Barcelona. Tampoco este disco tuvo gran repercusión. Su carrera, como la de casi todas sus contemporáneas, pasaba ineludiblemente por su presencia en festivales. Su voz bien educada y sus conocimientos musicales la hacían idónea para estos eventos y aquel mismo año debutó en el Festival de la Canción Mediterránea alcanzando la final con “En Roma”, un tema sosote compuesto por Fina de Calderón. Precisamente esta canción formó parte de su siguiente disco con el que ya Teresa María despegaría el vuelo y alcanzaría una cierta popularidad. “Las Chicas son Así / Él Es Todo para Mí / La Clase Acabó / En Roma” (Belter, 1963) tuvo cierta notoriedad. En esta ocasión canciones de origen francés como “L´école est fini” o “Les filles c´est comme ça” popularizadas en el país galo por Sheila y Theo Sharapo respectivamente fueron más escuchadas en la radio que anteriores discos. Por cierto, este Theo Sharapo fue el joven segundo esposo de la madura Edith Piaf.

Su cuarto disco fue en realidad el primero que podemos considerar auténticamente moderno. La discográfica apostó por convertirla en una cantante ye yé y le encargó grabar una serie de temas de origen anglosajón: “Tú Serás mi Baby / Qué Voy a Hacer sin Ti / Solo Quiero Estar Contigo / Mucho Más” (Belter, 1964). Canciones en origen de The Ronettes y Dusty Springfield entre otras. Un muy bien disco que debió luchar en las incipientes listas de éxitos y en los estantes de las tiendas con estas mismas canciones versionadas por Karina, Los Pekes, Francisco Heredero y toda la escudería ye yé del momento. Con todo, se vendió razonablemente bien y a la postre fue el disco más conocido de esta artista.

A Fina de Calderón, una de las más influyentes compositoras de aquellos años le gustaba mucho la voz de Teresa María, pues también ella procedía del mundo de la música clásica. Como Fina presentaba canción para la preselección de Eurovisión, eligió a Teresa María y al cantante Michel en segunda versión para defenderla. En aquella selección televisiva se presentaron los solistas más potentes del momento con Tito Mora, Luis Gardey, Gelu y Lita Torelló a la cabeza. La canción se titulaba “Caracola” y ganó. En el número 4 de la revista Fonorama de febrero de 1964 se anunció que Teresa María sería la representante española en Eurovisión 64. Días después TVE decidió por su cuenta que esa canción iba a ser cantada por el trío uruguayo Los T.N.T. que ese año andaba por estas tierras y ni siquiera había participado en la preselección.  El cabreo de Teresa María fue mayúsculo y quedó vacunada de festivales. Finalmente, el tema de marras ocupó en Copenhague el último lugar con cero votos ¡Un exitazo!

No obstante, Teresa María era ya una cantante conocida y siguió apareciendo asiduamente en programas televisivos. Al siguiente año publicará tres discos en poco tiempo. El primero de ellos fue “Como Seas / Como te Extraño mi Amor / Dime la Verdad, Mi Mundo” (Belter, 1965). Un disco de baladas y swing que siguió cimentando su papel de chica ye yé melódica de excelente voz.

Pero las discográficas imponían a su antojo los temas que cada cuál debía grabar y 1965 era ante todo el año de la yenka, así que ahí tenemos a Teresa María editando un disco mixto dedicado a este ritmo en que las dos canciones de la cara A venían cantadas por ella y las de la cara B por Dubé y su Conjunto. En la contraportada detallado con dibujos, los pasos que los bailarines debían dar para ser considerados buenos yenkistas.

Cerca de fin de año aparecerá un nuevo EP de esta cantante con “¿Cómo Serás? / Tempranito / Una Marioneta / Él (Belter, 1965). Este disco marcaría el final de la carrera de Teresa María o tal vez su principio.

Desde finales de 1964 María Teresa era amiga del hijo de los dueños de unos estudios de doblaje y comenzó de forma esporádica a doblar películas. Pronto se necesitó una cantante para doblar al castellano a Audrey Hepburn en  “My Fair Lady” (George Cuckor, 1964). Teresa María cantó en la película más popular del año y su nombre no apareció en los créditos. A mediados del año siguiente llega a España “Mary Poppins” (Robert Stevenson, 1965). La protagonista Julie Christie exige elegir la voz que va a doblarla. Se hace un casting y Teresa María es la elegida. Su voz no aparece en los créditos y en un disco publicado por Hispavox, que se vende por toneladas, aparece la voz de la cantante que la había doblado para Sudamérica. Todos escuchan de nuevo a Teresa María y nadie se entera de ello.  Después sería la voz de Julie Andrews hablando y cantando en “Sonrisas y Lágrimas” (Robert Wise, 1965). Naturalmente, su nombre no aparece en los créditos, aunque esta vez sí en la contraportada del disco.

Seguirá cantándonos desde la gran pantalla en varias de las películas más taquilleras de la historia: “Golfus de Roma” (Richard Lester, 1966), “El Extravagante Dr. Doolittle” (Richard Fleischer, 1967), “Chitty Chitty Bang Bang” (Ken Hughes, 1969) y muchas otras. Ella recuerda que era un trabajo bien pagado, pero su nombre quedó siempre en el anonimato. Por eso, cuando pasen alguna de estas películas por televisión acuérdate de Teresa María, aquella cantante lírica zaragozana, reciclada en ye yé y voz española de casi todas las superproducciones musicales de Hollywood en los años 60 y 70.

Habría que esperar a 2012 en su Zaragoza natal y a 2014 en Valladolid para que su labor fuese reconocida y homenajeada. Allí una anciana acompañada de la Joven Orquesta Sinfónica de Valladolid volvió a sorprender a todos los asistentes cantando con excelente voz las canciones de Mary Poppins y Sonrisas y Lágrimas. Uno que acudió a aquellos dos homenajes fue Daniel Carbonell Heras, más conocido por Macaco, hijo de Teresa María.

En entrevista concedida en su ciudad natal a El Heraldo de Aragón (El Heraldo de Aragón bajo el título general de “Zaragoza´s 60”, Matías Uribe, 2016), Teresa María se mostraba feliz por el tardío reconocimiento de su trabajo, pero le salía la vena maña y concluía diciendo: “A la vejez, viruelas”. Pero ya sabemos que en España las cosas eran y siguen siendo así (La Fonoteca).

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