María del Carmen González Artime, asturiana de Gijón; fue una cantante que desarrolló su carrera en dos tiempos. Nació en 1949, siendo apenas una adolescente fue una chica ye yé para reciclarse en la siguiente década como una voz melódica con un cierto toque folk, conservando siempre el nombre de guerra de Rachel.
Estudió en el Colegio Santo Ángel de su ciudad natal donde pronto se aficionó a la música y al baile. Con dieciocho años viaja por primera vez a Madrid formando parte de un grupo de coros y danzas de la Sección Femenina y ya no vuelve a Asturias. Comienza a peregrinar por academias de baile madrileñas y no impresiona por su danza sino por su voz. Unos años después se establece en la capital, canta en las emisoras de radio y toma clases con el Maestro Gordillo. Aparece en el programa radiofónico «Cabalgata Fin de Semana» de la mano del locutor de moda, José Luis Pecker y un programa de TVE titulado «Ronda de España». De ahí salta al cine participando en una cinta titulada «El Vendedor de Ilusiones» (José María Zabalza, 1967), donde canta una canción. Realiza su debut discográfico en un sello madrileño bajo el nombre de Rachel Rey con el sencillo: «Un Hombre y Una Mujer / Eva» (Tempo, 1966)
En 1967 el astro mexicano de la canción, Enrique Guzmán protagoniza la película “Sor Ye Yé” (Ramón Fernández, 1967) en la que su partenaire era Hilda Aguirre en el papel de la monjita cantarina. Pero la voz que sonaba en la película no era la de Hilda, sino la de Estela Nuñez que ni siquiera aparecía en los créditos. A la hora de editar el correspondiente disco se organiza un buen lío con demandas entre una y otra. En España, donde la película estaba triunfando entre los espectadores más inocentes, en vista del cariz legal del asunto, se encarga a una cantante llamada Rachel (ya desprovista del Rey con que inició su andadura) que grabe canciones de la película. Así nace: “Sor Ye Yé / Andando de tu Mano / Ya me Voy / Adivina Adivinanza” (Columbia, 1967), que supondrá un pequeño éxito para la joven cantante. Antes Rachel había editado un sencillo que había pasado del todo desapercibido que recogía la canción con que había concurrido al Festival de Mallorca y que había supuesto su fichaje por el sello Columbia.
Aprovechando el tirón de “Sor Ye Yé”, enseguida se echa a rodar un nuevo EP: “Estoy Arrepentida / No Vale la Pena / La Campana / Canción del Ave María” (Columbia, 1967) que ya vendería muy poco y supondría el final del corto contrato de la cantante con Columbia.
Todo parecía indicar que Rachel iba a ser una efímera ye yé más de las muchas que hubo en su tiempo. Sin embargo, Rachel cantaba muy bien y no estaba dispuesta a abandonar. Los últimos años de la década fueron una verdadera travesía del desierto musical. Allí va a ser escuchada por el entonces todopoderoso Waldo de los Ríos, que impresionado por su voz la llevó a Hispavox. Estaban triunfando María Ostiz cantando un tema popular gallego y Andres do Barro con sus propios temas en esa lengua. Rachel se apunta a ese galleguismo rampante y regresa al disco con “En Vigo me Enamoré / Como Pasa el Tiempo” (Hispavox, 1970) que tendrá una aceptable acogida.
El propio Waldo de los Ríos hace los arreglos de su siguiente single: “Falsedad / La Primera Rosa” (Hispavox, 1971). Y da en la diana. Rachel hace su disco más conocido y vuelve cuatro años después a las listas de ventas. Ese mismo año una oscura marca aprovecha el relanzamiento de Rachel para editar un disco con canciones infames grabadas años atrás que nunca habían sido editadas. “Lejos de mi Madrid / Amor Ye Yé / Ven / Karina” (BCD 1971) será el más difundido de aquel engendro oportunista.
Precisamente haciendo promoción radiofónica de sus discos en Radio Madrid en un magazin conducido por Miguel de los Santos coincide con el futbolista Ángel Lanchas, un toledano que había recorrido todas las categorías menores del Real Madrid. Surgirá el flechazo y se casarán en 1973. Pero Rachel seguirá haciendo discos y Lanchas jugará en el Salamanca, el Español y será internacional con la roja en dos ocasiones.
Continuará su carrera con canciones e imagen campestres en “Vuelvo a mi Pueblo / Un Amor” (Hispavox, 1972). Este tercer sencillo para Hispavox ya no tendrá la repercusión de los dos anteriores y de nuevo la cantante cae por el tobogán del olvido.
No obstante, regresará de nuevo años más tarde, ya convertida en flamante mamá, para registrar dos sencillos. Otro de temática gallega: “Airiños, Aires” (Hispavox, 1975) y el último de su carrera con el que obtuvo un fugaz reconocimiento: “Soñando mi Despertar / Vuelva esa Sonrisa” (Hispavox, 1975).
Rachel fue una cantante de raza que luchó lo indecible y supo remontar por dos veces las adversidades discográficas. Hoy apenas es recordada como la voz de “Sor Ye Yé” y como la mujer fuerte que cantaba “Falsedad”. Su voz está entre las mejores de unos años de grandes cantantes femeninas, a pesar de no haber logrado dar el salto al estrellato. Hoy reside en una localidad cercana a Madrid (La Fonoteca).
Buen Domingo.
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ResponderEliminarOtra gran historia. ¡Muchísimas gracias, Miguel! (^‿^)
ResponderEliminarThanks again
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarGracias por todas estas rarezas de chicas yeye... saludos
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, Gustavo!
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