domingo, 2 de junio de 2024

THE RAREST SPANISH YE-YE GIRLS (17/25): ELVIRA

 


María Elvira Ponce García nació en la Valencia de posguerra y encauzó pronto sus aficiones musicales, estudiando piano en el Conservatorio de aquella ciudad. Una ciudad que iniciaba la década de los 60 con la rivalidad musical entre Los Pantalones Azules y Los Milos. En ese ambiente hay un tercero en discordia, Los Caliope, más orientados hacía la música melódica juvenil y en el que María Elvira es la cantante. Las fotos de este grupo que ha pervivido nos muestra una cantante morena de pose tímida rodeada de tres mozos armados con guitarras. Discophon se muestra interesado por el grupo y los ficha al mismo tiempo que a Los Milos. Ambos debutan discográficamente en 1960, pero la carrera de Los Caliope se reducirá a un solo EP. Elvira abandona el grupo en 1961, siendo sustituida por otra chica.

Termina Bachillerato y se traslada a Madrid para estudiar en la Escuela Oficial de Cinematografía. Compone sus primeras canciones, hace doblaje de películas y concurre en 1962 y 1963 a los festivales de Madrid y la Costa Verde sin ningún éxito. Al tiempo una Elvira ahora rubia se patea las emisoras de la capital. El realizador Ramón Barreiro se fija en ella y la contrata para varias apariciones en directo en el programa Teleclub. De allí saldrá contratada para Philips, que la deriva a un sello subsidiario. También en TVE es bautizada como “La Voz de Naranja”, un apelativo que ya la acompañará durante toda su carrera.

Se publica su primer EP: “Soñé / El Cochecito / Capri C’Est Fini / Nunca He Amado” (Berta, 1965), un disco que rezuma ye yé en el que demuestra poseer muy buenas dotes vocales. En la cuarta pista aparece una canción propia, lo que supone también su debut como autora. Quedan claras lo que serán sus armas y sus carencias. Entre las primeras una voz potente que trepa bien por los agudos y canta sin fallos de afinación incluso en notas altas. Entre las segundas, una tendencia a la sosería en las canciones lentas en las que parece no encontrarse del todo a gusto.

Como casi todas las chicas ye yé peregrina por los festivales veraniegos. En 1966 participa en el de Benidorm y en el del Miño. De ahí saldrán sus dos siguientes discos: “Elvira en Benidorm” (Berta, 1966) y “No, No, No / Palabras Gastadas / Un Regalo / No Quiero Sufrir” (Berta, 1966). Canciones melódicas típicas entre las que destaca “No, no, no” con la que ganó en Orense el Festival de la Canción del Miño.

“Música Maravillosa” (Berta, 1967) es su cuarto disco, en mi opinión el más flojo e impersonal. Viene formado por cuatro bailables pasados de moda: bolero, cha cha chá, etc. de la editora musical El Cid. Poco puede hacer La Voz de Naranja con un material tan endeble y un grupo de acompañamiento obsoleto.

Las escasas ventas la convierten a su pesar en una cantante de segunda o tercera fila y Philips-Berta no va a concederle más oportunidades. Pero aún regresará de nuevo a Benidorm con la canción “De Tu Mano lo Aprendí” (Audio, 1968). Aquel mismo año, Elvira se casa con Ángel, un técnico de sonido que trabajaba para Hispavox y otras marcas. Poco después abandona la canción por siempre jamás, una decisión que la gran mayoría de las cantantes españolas de la época tomaban tras pasar por el altar. María Elvira Ponce nos dejó en 2021, su hija ha seguido sus pasos artísticos (La Fonoteca).

Os dejo con tres discos suyos. Buen Domingo.

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