Observo mis dedos deslizándose entre esas avenidas sedosas que concluyen cuando nace tu espalda, es una sensación semejante a la de la mano que ahora mece la cuna de esta historia. No hay sonido, salvo que repitas una y otra vez que me amas, pero no lo haces. Desde tus ojos distantes no veo caer lágrimas, pero recuerdo aquellas otras tan lentas, las mismas que recogías con tus dedos para llevarlas hacia los orificios de tu nariz, un puerto lleno de otros jugos salados con los que jugábamos a pintarnos los labios, a mordernos suavemente.
Se detenía el tiempo, el silencio quedaba suspendido, balanceándose entre tus curvas, llenas de líneas de carreteras, repletas de cimas inaccesibles, de sombras que caían entre un susurro de arroyos apenas nacidos. Y esa espuma transparente de los arroyos era la que salía de tu boca, la del sabor a musgo mojado, la que a nadie otorgabas, tampoco a mí. No existe Maga, ni el ojo de cíclope, ni aquel cajón de madera que olía a heno y a caramelo quemado. Puede que Judee Sill paseara entre esos jardines.
El mundo según J.S. es el mundo de la palma del martirio, el de la redención que logra acceder a la puerta de los reinos más lejanos. Desde allí, desde la cámara de los espíritus triunfantes, extiende su manto de recompensas hacia el resto de los mortales. ¿Cómo lo hace? Judee crea música partiendo de su anhelo por encontrar un camino salvador que la libre de sus demonios. Gran parte de su corta vida (apenas 35 años) transcurre entre criminales convictos, drogadictos y traficantes sin escrúpulos, padres severamente alcoholizados, violadores y prisioneros recluidos en distintos centros penitenciarios de su natal California. A pesar de todo ello, a pesar de que muy a menudo traspasa los límites de la miseria humana, de la degradación más obscena, el mundo según J.S. contiene algo más, algo diferente.
No sería suficiente limitar nuestra búsqueda indagando sobre sus ensayos adolescentes como instrumentista, primero como pianista, después con la guitarra y el bajo (a Judee Sill siempre le gustaron las líneas de bajo), tampoco divagar sobre su paulatino apego al gospel, a la música sacra, su querencia por las suites de Bach porque, aunque es cierto que todo ello le influye, nos quedaríamos si lo hiciéramos huérfanos.
Es posible que si convenimos en que el mundo según J.S. no existe tal y como concebimos el universo convencional, podríamos advertir su semejanza con el reflejo de un rayo fugaz, observar un temblor inesperado entre sus ejes, divisar quizás un arcoiris apenas esbozado por sus manos. Y alli si, en el interior de la visión de una mujer radiante, una Mujer-Sol, que vence al opuesto narcótico con sus lentes de color limón, es donde encontraríamos su significado más cercano, más exacto.
Les invito a que lean los textos de su primer trabajo homónimo (Asylum Rcds, 1971). Junto a sus imágenes poéticas, propias de una lectora avanzada de Constantino Cavafis, se superponen también imágenes fantásticas, como si Judee tuviera permiso para acceder a otra realidad, a otra naturaleza exterior.
La quietud. El baile de los niños. Descalzarse. El sol de las 18:30 contra la cara. Sentir. Rezar. Como un imán sobre la nevera, el crucifijo que cuelga de su cuello brilla frente al fondo negro de su blusa. Águilas. Líquenes.
Paralela a esa percepción ultrasimbólica, acuden a Judee ideas convencionales; una realidad cotidiana que representa el doble fiel de la balanza de una artista que pretende moverse entre los cowboys espaciales de Bakersfield, el zumo de pomelo y las pavanas a la veneciana. Esa fantasía que se ha de tañer ni muy despacio ni muy aprisa, sino con un compás bien mesurado. Judee no hace más que contarnos sus visiones, rememorar a un Blake al que apenas nadie menciona.
Acudid hermanos. Este primer trabajo de Judee Sill sanará vuestras heridas, saciará vuestra sed. Alegraos al ver como un aire bueno corre entre las flores.
Judee Sill. (Asylum Rcds, 1971)
Cara 1. Cara 2.
1.- "Crayon Angels" 1.- "Ridge Rider"
2.- "The Phantom Cowboy" 2.- "My Man On Love"
3.- "The Archetypal Man" 3.- "Lopin´Along Thru The Cosmos"
4.- "The Lamb Ran Away With The Crown" 4.- "Enchanted Sky Machines"
5.- "Lady-O" 5.- "Abracadabra"
6.- "Jesus Was A Cross Maker"
https://mega.nz/file/CZkh0aoQ#C7Abegj6WJl4eTmXmAAvnAuFHF51pOMt71Zr0HSVDMQ
ResponderEliminarGracias chatín.
EliminarDel estilo de
ResponderEliminarlo que se
llevaba entonces,
seguimos
descubriendo .
Era yo quien
ResponderEliminarescribió esto
Ya te reconocemos Orlando amigo.
EliminarSaludos,
Javier
Maravilloso! Mil gracias!
ResponderEliminarGracias Miguel, si la verdad, un disco maravilloso. Celebro compartir gustos.
EliminarSaludos,
Javier.
Esto es un "rescate" en toda regla. Reconozco que la primera vez que la escuché aún era joven, no tenía referencias y me pareció una especie de alternativa femenina a Nick Drake. Luego me fui enterando de su accidentada vida, pero tuve una época en la que la música "profunda" me asustaba un poco. Y ahora que he vuelto a ella después de tanto tiempo, creo que esta entrada tuya era totalmente necesaria. Sigo pensando que tiene un aire a Drake, pero independientemente de las letras (cada uno tiene sus propias circunstancias) si él tiene más facilidad para la melodía ella domina perfectamente los arreglos. Harían una pareja casi perfecta, porque en lo demás a ambos les rondaba el desastre.
ResponderEliminarYo creo que tiene mejor voz que Drake, independientemente de que en el estilo melódico puedan coincidir más o menos. Y, eso si, en los arreglos, este disco marca una pauta que equipara a esta artista con gente como la Mitchell y el Tim Buckley cuando abandona su época folk.
EliminarGracias y saludos,
"Los falsos profetas robaron la única luz que conocía, y la oscuridad gritó suavemente. Las visones sagradas desaparecieron de mi vista, pero los ángeles vuelven y se ríen en mis sueños. Me pregunto qué significa". (Crayon Angels).
ResponderEliminarNo puedo describir la emoción que siento al escuchar esta canción de Judee Sill. Sólo quiero decir que me encanta esta chica y que sus dos álbums son una auténtica maravilla.
Gracias Miguel por esta excelente entrada.
Antoni
Hola Antoni, soy Javier...
EliminarTotalmente de acuerdo con tu visión de la jugada. Hablaba de Cavafis y de su influencia, un poeta refinado que, en una mente proclive como la de Judee a la redención y a la mística, puede encontrar no pocos paralelismos. Es esta una artista única, irrepetible. Es de justicia reivindicarla.
Saludos y gracias,
Buena idea, Javier. Tengo los dos discos en el doble CD "Abracadabra" The Ayslum Years. Vale la pena entrar en el mundo de esta mujer. Y es curiosa la comparación con Nick Drake que hace Rick. No sé si sanará mis heridas, pero al menos me hará pasar un rato de intensidad musical no habitual.
ResponderEliminarGracias por recordarla.
El cierre del saneamiento culmina una especie de exordio a favor de una celebración comunitaria, como si su música nos invitara a recogernos y compartir nuestros dolores y esperanzas.
EliminarIntensidad musical no habitual, lo describes perfectamente.
Saludos y gracias,
Hola Javier:
ResponderEliminarPues debo ser el ovejo negro de la familia, pues animado por los comentarios me he lanzado a la escucha de esos dos discos, que debo decir que me han aburrido soberanamente.
De todas formas, si ha logrado atraer la atención del público: ¡Misión cumplida!
Un sasludote
Jose
Vaya por Dios, el ovejo negro este tocapelotas ya tiene que discordar del sentir general sobre una obra cumbre. Le recomiendo que la escuche de nuevo, así, como quien no quiera la cosa, un día sin más, al arrullo de la lluvia o al crepitar del fuego.
ResponderEliminarYa se que no lo hará, pero es igual. Le seguimos admirando igual.
Saludos y gracias,